28/04/2011

El mundo

Niños pobres de África piden “por favor” las sobras del banquete de la Boda Real

Fortuna y abundancia habrá en los festejos, realidad que contrasta con la que viven en Etiopía los niños. La familia real aceptaría enviar los restos. La otra cara de la ceremonia.

Mucho ruido, alegría y alboroto de toda la “gente bien” del mundo entero hay por la boda real del Príncipe Guillermo con Kate Midleton. Justamente toda la gente “bien” del mundo va a presenciar un acto sagrado, un sacramento bendecido por Dios entre dos jóvenes que son la “fase superior” de la raza humana. Y por eso festejan y se alegran.

Pero preguntémoslo de verdad. ¿Esa es la gente de “bien”? Tanto lujos, gastos, pompa y honor de unos pocos bendecidos por una tradición estúpida como lo es la “nobleza”, ¿son actos que realiza una persona de bien? No nos engañemos, porque una persona de bien no se define por los títulos de nobleza (o universitarios), o por el dinero, sino justamente por sus actos.

Entonces, luego de ésta reflexión, es interesante mostrar como medio la otra realidad. La de los nadies (a decir de Galeano).

Estos “nadies” escribieron una carta de felicitaciones a Kate y al Príncipe por la lujosa y maravillosa fiesta real. Los remitentes son un grupo de niños de Etiopía que aprovecharon la carta para sugerirles (rogarles) a los novios que las sobras del abundante banquete sean repartidas por igual entre ellos debido a la hambruna que reina en sus realidades.

Mbutu, niño de ocho años que sufre de disentería, comentó que se siente muy feliz por la unión de Kate y William. “De verdad los felicito, son una pareja hermosa, según lo que he visto en la tele el evento será muy exclusivo. El menú se ve delicioso y de verdad quiero que lo disfruten, pero estaba pensando con mis amiguitos lo siguiente: si por casualidad sobra alguito, manquesea un ojo de langosta, pichen algo para acá” comentó Mbutu mientras daba clases de matemáticas a su hermana de cuatro años.

Por su parte, Richard Wellington, vocero de la familia real británica, contestó de inmediato a la petición de los niños etíopes: “Será un placer para nosotros complacer su petición”.

A sacar sus propias conclusiones.

 


 




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