16/04/2013

El mundo

Aprovechan las calorías liberadas en un gimnasio para dar energía al local

En Estados Unidos un original emprendedor creó un establecimiento donde las bicicletas fijas que utilizan los clientes, brindan parte de la electricidad que se consume.

The Green Microgym, es el gimnasio “verde” que creó Adam Boesel en Oregon, Estados Unidos. La idea es simple y muy buena para la no contaminación de la naturaleza. Toda la energía que se libera en cada clase, ya sea en bicicleta, corriendo, o lo que fuera, se transforma en electricidad que usa el establecimiento. 

Las máquinas están conectadas a un generador que se encarga de transformar la energía cinética que produce cada pedaleo en electricidad. La mayoría de los usuarios generan entre 50 y 150 watts, en promedio, por media hora de ejercicio. 

Así, un 36 por ciento de la electricidad que consume el gimnasio, se produce directamente por los clientes, que además, de esta manera, cuidan el planeta. 
 



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