24/05/2013

El mundo

La ONU plantea la necesidad de alimentar en las escuelas cuando hay crisis

Para evitar que numerosas familias continúen bajando su nivel de vida, la comida que se les da a los niños en las instituciones educativas es vital.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU destacó que actualmente 38 países tomaron la estrategia de en tiempos de crisis apostar por las comidas escolares, como un pilar para evitar que las familias sigan cayendo en la línea de la pobreza y miseria.
 
"Durante las crisis de los alimentos y del petróleo en 2008 muchos Gobiernos luchaban por proteger del hambre a los más vulnerables y recurrían a las comidas escolares para lograrlo", afirma en un comunicado Carmen Burbano, autora principal del informe.
 
"En la recesión actual, incluso los países desarrollados están examinando cómo las comidas escolares pueden evitar que estas familias sigan cayendo en la pobreza y el hambre", añade.
 
El PMA, con sede en Roma, presentó hoy su primer informe sobre el Estado Mundial de la Alimentación Escolar y lo hace en el marco de la celebración en Costa do Sauipe, en Brasil, del XV Foro Global sobre la Nutrición Infantil, la mayor reunión anual de expertos en alimentación escolar.
 
El estudio destaca cómo en tiempos de crisis los Gobiernos hacen de las comidas en las escuelas una especie de "red de protección social", con una inversión global anual para este tipo de programas de unos 75.000 millones de dólares, provenientes, en su mayor parte, de los presupuestos de los Ejecutivos.
 
Unos 368 millones de niños (es decir, uno de cada cinco) de 169 países desarrollados y en vías de desarrollo reciben comida en sus escuelas todos los días, pero, a pesar de la naturaleza universal de la alimentación escolar, la cobertura de estos programas es "mínima", según el PMA, donde más se la necesita.
 
Así, en países de bajos ingresos, donde los niños tienen más posibilidades de sufrir la pobreza y el hambre, solo el 18 % recibe una comida diaria en la escuela, frente al aproximadamente 49 % de los niños que viven en lugares de ingreso medio.
 
"La alimentación escolar garantiza que donde hay educación de calidad, los niños podrán aprovechar la oportunidad de aprender", afirma en la nota la directora ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin.
 
"Es una inversión que rendirá dividendos en el futuro con una generación de adultos mejor educados, más fuertes y más sanos, y que también previene que los más vulnerables sufran en tiempos de crisis", añade.
 
Según el informe del PMA, la alimentación a los niños en las escuelas genera beneficios no solo en nutrición, sino también en educación y producción
agrícola local, pues por cada dólar que los Gobiernos y donantes invierten, se obtienen unos 3 dólares en beneficios económicos.
 
El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas colabora de modo activo con estos programas de alimentación escolar, fundamentales en tiempos de crisis que no solo pueden ser económicas o financieras, sino también causadas por el alza de los precios de los alimentos, los conflictos o los desastres naturales.
 
En 2012, el PMA proporcionó comidas o meriendas escolares a 24,7 millones de niños de 63 países, incluyendo raciones para llevar a casa para 1,3 millones de niñas y 500.000 niños, lo que supone un incentivo para que las familias pobres sigan llevando a sus hijos a la escuela en lugar de enviarlos a trabajar.
 
Estudiantes en el comedor de un colegio elemental del distrito de Edogawa, en Tokio (Japón).
 
(EFE)
 
 
 
 



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