04/08/2013

Argentina

Más de tres mil personas trans votarán con nuevo DNI acorde a su identidad de género

El 11 de agosto miles de personas darán un paso más hacia la ciudadanía plena, al votar por primera vez en las elecciones con nombre y foto acorde a la identidad de género autopercibida.

 El 11 de agosto miles de personas darán un paso más hacia la ciudadanía plena, al votar por primera vez en las elecciones con nombre y foto acorde a la identidad de género autopercibida, triunfo del colectivo trans después de una larga historia de lucha.

 La Ley de Identidad de Género aprobada hace poco más de un año, el 9 de mayo de 2012, consiguió que miles de personas trans hoy estén deseando ansiosas el momento en que participarán del acto eleccionario "en nombre propio".  
 
"Ahora que legitimamos nuestra identidad de género y estamos por votar con nuestro verdadero nombre sentimos una gran ansiedad por participar en esta democracia, porque hemos dado un paso más hacia nuestra inclusión e integración", dijo Marcela Romero, titular de la Asociación Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA).  
 
Al mirar hacia atrás en el tiempo, Romero, junto a un grupo de promotoras de salud reunidas en un salón de la entidad que tiene ATTTA, en el barrio de Congreso, no pudo dejar de recordar "el día de 1983 en que votó por primera vez, claro, con el documento anterior".  
 
"En esa oportunidad voté por la libertad, más tarde por nuestra identidad y nuestros derechos vulnerados, y ahora iré a votar por la inclusión social, laboral y educativa del colectivo que integro, el de las mujeres y varones trans", sostuvo la titular de ATTTA.  
 
La referente estimó que este nuevo capítulo de la historia de lucha del colectivo trans dejó atrás la humillación y la vergüenza, "porque hoy su voto refleja lo que es y lo que quiere para su país".  
 
Para July, (también de apellido Romero), a cargo del área administrativa de la entidad "la experiencia de haber votado en los últimos comicios en filas mixtas ya fue un gran avance". 
Tampoco pudo evitar comparar su presente con ese pasado colmado de "bronca y miedo, cuando llegaba el día de ir a votar".  
 
Es que para la mujer de casi 60 años, la historia de vida estuvo repleta de privaciones, como cuando decidía "no ir a votar para no tener que hacer la fila de varones". 
 
"O iba los últimos minutos antes del cierre de los comicios, para pasar desapercibida, para -en el apuro- poder entrar al cuarto oscuro, y no tener que sentir la humillación de que alguien gritara tu nombre (no coincidente con tu imagen) y que todos te miraran", contó July.  
 
Hoy, que todo eso ya pasó, "estamos ansiosas por votar con nuestro verdadero nombre y que podamos hacerlo sin problemas; que hayan terminado de actualizar los padrones", añadió.  
La militante opinó que la Ley de Identidad de Género "nos ha empoderado aún más. Es por eso que las compañeras están más motivadas a continuar estudiando, a conseguir un trabajo digno y a cuidar más nuestra salud".  
 
Otra promotora de salud, Graciela Ojeda, contó que "en una oportunidad, el presidente de mesa me pidió que fuera a cambiarme de ropa. Usted es una chica, me dijo el hombre que tenía en sus manos la decisión de dejarme o no votar. Le respondí que no, que no me iba a cambiar de ropa y me retiré sin ejercer mi derecho al voto".  
 
"Era muy violento para mí escuchar que en la mesa donde yo había votado, habían sufragado 300 hombres. Entre esos votos estaba el mío, pensaba. Realmente es un paso importante votar con un nombre y una foto que refleja tu identidad", reflexionó Ojeda.  
 
En sintonía con el comentario de Graciela, la titular de ATTTA opinó que "ahora por fin nadie te puede decir nada porque la imagen que tenés es la imagen social, con la que te movés las 24 horas del día, la que se corresponde con el nombre que vos te construiste".  
 
Jéssica Gómez dijo que guarda el anterior DNI solamente por si "hubiera algún problema legal que resolver" pero coincidió con sus compañeras en que "nunca usaba ese documento y ahora menos".  
 
"Algunas lo teníamos sólo para ir a votar. Lo habíamos guardado para el día de la elección si nos decidíamos a participar", dijo la joven que integra el grupo de promotoras de salud.  
 
Hanna Palacios, la más joven del grupo, de 37 años, mostró un entusiasmo mayor por participar de estas elecciones que en las anteriores, porque "de poder hacerlo con el documento que le devolvió su identidad, estaría recuperando `un derecho con todas las letras`, el de la ciudadanía plena".  
 
La titular de ATTTA destacó que "el resultado de una historia de lucha del colectivo trans ha derivado en que las más jóvenes están muy comprometidas, son muy activas en política".  
 
"Muchas compañeras y compañeros (varones trans), para Romero, han abrazado la causa de la diversidad por eso trabajan en las áreas que se ocupan de esas temáticas, al interior de los partidos políticos".  
 
El grupo de promotoras de salud de ATTTA trabaja en la prevención de enfermedades y problemáticas propias del colectivo trans, gracias a un convenio con el Ministerio de Salud de la Nación, el Hospital de Clínicas, y la Facultad de Medicina de la UBA.  
 
"Estamos en la sala 8 del Hospital Muñiz colaborando para concientizar a las chicas trans que necesitan ayuda, con información, haciendo testeos de VIH, y vacunando", precisó una de las promotoras.  
 
La emblemática ley de Identidad de Género, sancionada el 9 de mayo de 2012, será clave para el acceso a la ciudadanía plena de las personas trans, un recorrido que tan solo se inicia con el reconocimiento legal por vía administrativa del nuevo nombre y género en el DNI. 
 
  El seguro de desempleo, la rectificación del resto de la documentación, como el registro de conducir, la libreta universitaria o los carnets de la obra social, y titularizaciones de docentes con el nuevo documento son las conquistas que el colectivo trans va logrando con el paso del tiempo y a medida que se va incluyendo e integrando a la sociedad.
 



Recomienda esta nota: