En medio de una construcción en Jujuy, descubrieron un esqueleto de 2.000 años

Un gran hallazgo tuvo lugar esta semana en el norte argentino: en medio de una construcción en la ciudad jujeña de San Pedro, descubrieron un esqueleto de 2.000 años de antigüedad junto a elementos de un ritual mortuorio.

La investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de Jujuy, Gabriela Ortiz, informó el pasado lunes en conferencia de prensa el hallazgo realizado por obreros de una empresa constructora que estaban haciendo excavaciones. Según informó Ortiz, en un primer momento se pensó que los restos podrían pertenecer a personas desaparecidas durante la última dictadura militar.

Tras los trámites de rigor en la Justicia y en la Policía, se inició una investigación para determinar las primeras caracterizaciones del hallazgo en estudio, y se descartó que se traten de restos óseos modernos.

Se logró recuperar el 99% de un esqueleto humano, ya que los huesos eran de un solo individuo. Ortiz explicó que el cráneo presenta una deformación artificial, lo que era una práctica muy extendida en la América precolombina. Esta característica terminó de confirmar la antigüedad de los restos encontrados, dijo la especialista, según la agencia Télam.

Las investigaciones preliminares indicaron que se trata de un individuo adulto, asociado al episodio de inhumación. Junto a él se encontró un fragmento de cerámica y un gran caracol fluvial de color blanco, característico de las zona de los valles, más preformas o collares también hechos con caracoles que acompañaban el contexto mortuorio.

En la región en la que se encontraron los restos óseos habitaban las comunidades conocidas como la cultura San Francisco, alrededor de 2.000 años antes del presente. Allí se iniciaron investigaciones arqueológicas a principio del siglo pasado que estaban a cargo de científicos de la ciudad de La Plata.

Según Ortiz, en los últimos siete años se llevan recuperados más de seis esqueletos, además de restos óseos arqueológicos. 

“Ahora se buscará indagar sobre su asociación, su contexto de encierro, los lugares de actividad no solo funerarios sino domésticos, a la vez que se espera avanzar en el análisis de dataciones, fechas y análisis bioantropológicos”, anunció Ortiz. Agregó que la particularidad de los rituales mortuorios los hace parecer únicos para el NOA. “Se intervenía mucho sobre el cuerpo humano una vez muerto, antes de que se lo trasladara a su fosa final de entierro”. Asimismo, no descartó la posibilidad de que puedan aparecer otros restos de similares características.

Por su parte, el secretario de Cultura de Jujuy, Alejandro Aldana, valoró la celeridad del trabajo, en concordancia con la pericia realizada, como también la red de comunicación entre las instituciones que favorecieron el rescate del material.