30/06/2016

Argentina

Casaretto: "Es muy difícil armar una democracia con corporaciones tan fuertes"

El obispo emérito de San Isidro disertó en el XIX Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE).

El obispo emérito de San Isidro y miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, disertó en el XIX Encuentro Anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE).

 

"Es muy difícil armar una democracia con corporaciones tan fuertes. Deben pensar qué están dispuestos a renunciar para que la Argentina avance", instó el obispo este miércoles en el encuentro que se desarrolló en un hotel del barrio porteño de Retiro.

 

Casaretto señaló que "se debe entender el ser empresario como una misión. En la medida que uno es feliz, lo transmite. No es el dinero lo que nos hace felices, sino generar vínculos amables. La gente tiene que ir a trabajar con gusto, para lo que hay que generar una mística".

 

"Deben saber delegar, valorar, distribuir el trabajo. La empresa debe ser un signo donde se puedan medir realidades. No debe haber una diferencia extraordinaria entre aquél que gana más y aquél que gana menos", anadió. Estimó además que "el trabajo hacia el futuro será un tema complejo".

 

Durante el encuentro también se rezó una oración interreligiosa, a cargo del arzobispo de Mendoza, monseñor Carlos Franzini; el rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, rabino Abraham Skorka y el referente de la comunidad islámica, Omar Abboud.

 

El rabino Skorka destacó que "cuando se denigra la condición humana, se está denigrando a Dios: Cuando veo al prójimo, no veo a Dios, sino la obra de Dios. Lo debo honrar, dado que se honra a Dios honrando a nuestros semejantes", rescató la agencia Aica.

 

"El diálogo interreligioso tiene que ver con la idea de valor. Es un diálogo que tiene que ver con los valores, con los compromisos sociales. El diálogo no es un acto declamativo", dijo por su parte Abboud.

 

Asimismo, Monseñor Franzini indicó que el "todo en la vida de una persona tiene que ver con su dimensión religiosa. Poner el tema de los valores en acción bajo la mirada de lo religioso favorece una mayor plenitud", sostuvo.

 

"El débil, el pobre, el frágil, debe ser objeto de una mirada privilegiada. La cultura del cuidado, que supone el ejercicio de la cultura del diálogo. No se puede avanzar en la vida sin el ejercicio del diálogo, que se impone aceptar lo diverso, reconocer el valor en el otro y descubrir que todos somos complementarios", añadió.




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