26/08/2016

Argentina

El Arzobispado de Paraná explicó la presencia de elementos de tortura en un convento allanado

El vocero del arzobispo Juan Alberto Puiggari señaló que los elementos encontrados en un convento de monjas de clausura de Nogoyá, forman parte de "la manera de la vida de la disciplina" de las internas.

Un convento de la ciudad entrerriana de Nogoyá fue allanado tras una denuncia periodística por torturas y hallaron "ciertos elementos de tortura y autoflagelación" como látigos y silicios, informó el fiscal que lleva adelante la causa, Federico Uriburu. Se trata del convento católico de las Carmelitas Descalzas, ubicado a unos 100 kilómetros de la capital de la provincia de Entre Ríos.


Ignacio Patat, el vocero del Arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, aseguró que el convento donde se encontraron dichos elementos "tiene dependencia directa de la Santa Sede" y que estos forman parte de "la manera de la vida de la disciplina" de las internas.


"El monasterio es de Derecho Pontificio, si bien tiene jurisdicción en la Diócesis de Paraná tiene dependencia directa de la Santa Sede, por lo que su funcionamiento depende de las reglas aprobadas por la Santa Sede", afirmó Patat.


En diálogo con la prensa explicó que el monasterio "se rige por la Regla de Santa Teresa, con la vieja manera de vivir de las Hermanas Carmelitas, que aunque para el lenguaje social puede sonar a castigo, en la regla interna es la manera de la vida de la disciplina y están permitidos".


El funcionario del arzobispado de Paraná dijo que no se trataría de "castigos ni de torturas, las reglas del monasterio hablan de elementos de disciplina personal".



En tanto, precisó que el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, "está al tanto de las novedades, y ha hecho visitas pastorales desde julio a la fecha".


Por otra parte, criticó el accionar policial y judicial al considerarlo "poco grato" y aseguró que se habla "sin conocer ni saber cómo es el funcionamiento del monasterio".


"Hay que esperar qué determina y justifica este accionar, los motivos de la intervención y el modo por el que entraron", concluyó Patat.


El Fiscal Uriburu detalló que la superiora del lugar "resistió el ingreso de los funcionarios judiciales y policías, que tras unos minutos lograron forzar la puerta".
Al ingresar "no hubo necesidad de revisar cada cuarto, porque se aportaron en forma voluntaria una cantidad de silicios y látigos, pequeñas fustas de unos 40 centimetros". Según el fiscal, se secuestraron libros de actas y los allanamientos "continúan durante esta tarde, donde se revisan las habitaciones de las internas".
En una habitación se halló una "gran biblioteca con numerosos libros de teología y religión pero no hay manuales o libros sobre la instrumentación de prácticas de tortura", resaltó Uriburu. Asimismo, precisó que las internas "están siendo revisadas de a una por el médico de policía" pero de manera "muy superficial", debido a las cuestiones religiosas. En ese sentido, indicó que "hay bastante resistencia de parte de la Superiora".
El Fiscal Uriburu detalló que la superiora del lugar "resistió el ingreso de los funcionarios judiciales y policías, que tras unos minutos lograron forzar la puerta". Al ingresar "no hubo necesidad de revisar cada cuarto, porque se aportaron en forma voluntaria una cantidad de silicios y látigos, pequeñas fustas de unos 40 centimetros". En una habitación se halló una "gran biblioteca con numerosos libros de teología y religión pero no hay manuales o libros sobre la instrumentación de prácticas de tortura", resaltó Uriburu. Asimismo, precisó que las internas "están siendo revisadas de a una por el médico de policía" pero de manera "muy superficial", debido a las cuestiones religiosas.





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