Allanan el Hospital Penitenciario para determinar si falsearon datos médicos de Etchecolatz

El juez federal Ernesto Kreplak ordenó allanar el Hospital Penitenciario Central (HPC) I de Ezeiza para rastrear elementos que permitan determinar si los médicos falsearon datos sobre la salud del represor Miguel Osvaldo Etchecolatz para que sea beneficiado con prisión domiciliaria.

Kreplak autorizó a la Prefectura Naval a retirar la historia clínica del represor junto con cualquier otra constancia médica, libros de guardia, trauma o novedades donde esté nombrado el ex-director de Investigaciones de la provincia de Buenos Aires durante la última dictadura. La denuncia la radicaron los fiscales de la unidad de derechos humanos de La Plata, Marcelo Molina, Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira, con el fin de determinar si los médicos habían falseado la información. 

Según denunciaron, se encontraron una serie de registros extraños en lo referido al peso del represor, quien desde el 26 de julio estaba supuestamente en huelga de hambre para forzar a los jueces a otorgarle la prisión domiciliaria en su casa del Bosque Peralta Ramos. "Podríamos encontrarnos ante una posible estafa a la administración de justicia a través de la falsedad ideológica de los informes remitidos a la causa por los funcionarios actuantes", advirtieron los fiscales.

Según consta en el expediente, Etchecolatz pesaba a principios de abril 67 kilos. Sin embargo, al momento de iniciar la huelga de hambre había ganado peso sospechosamente llegando a los 73 kilos. El 12 de agosto, cuando Kreplak le denegó la domiciliaria y ordenó su internación en una clínica de Monte Grande, pesaba 65 kilos. El Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata votó por mayoría concederle el beneficio al represor, quien se mantiene en prisión por la negativa de Kreplak. El magistrado lo tiene procesado en otras tres causas que aún no llegaron a juicio oral.

El pasado viernes 19, Kreplak ordenó internar a Etchecolatz en la clínica “2 de abril de Lomas de Zamora”. Etchecolatz hizo saber que prefería volver al penal. A las 8 de la noche del día siguiente, levantó la huelga de hambre, lo que despertó sospechas entre los querellantes. El 24 de agosto, el juez le ordenó al SPF que reingresaran a Etchecolatz a Ezeiza.