Tucumán
Viajar con paraguas en el colectivo
Este lunes la lluvia volvió a caer sobre la provincia luego de un breve interregno que pareció destinado sólo a hacernos más pasable el fin de semana, tras varios días en que el constante flujo de milímetros nos generaba las obvias reminiscencias a alguna novela de García Márquez o al clima en Vietman durante la invasión yanqui, dependiendo de nuestros gustos e intereses culturales.
Sin dudas salir, viajar y cumplir obligaciones son las cosas que más se complican cuando el día viene pasado por agua, sobre todo cuando debemos valernos del transporte público. Las calles inundadas, los taxis distraídos, los colectivos repletos y las desafiantes puntas de los paraguas imponen su constante amenaza a la paciencia, la ropa seca y la integridad física.
Sin embargo, parecería que no son esos los únicos ni los más graves inconvenientes. Mientras los empresarios y el gobierno pugnan por definir un aumento del precio del boleto, que, según se difundió en estas horas, no debería superar los $9,50, nuestro realismo mágico local nos regala otra postal propia de la singularidad de nuestra provincia.
Días atrás, un pasajero de la empresa interurbana Exprebus fue fotografiado mientras viajaba en la parte delantera de la unidad con un paraguas, pero no cerrado y colgado a un costado como suele hacerse sino abierto en toda la amplitud de su diámetro de lona negra.
¿Problemas de filtración de agua en el techo del colectivo? ¿Una puesta en escena para cuesitonar el inminente aumento, o un desafío a las creencias sobre la mala suerte tan arraigadas en nuestra sociedad? La imagen queda, las conjeturas corren como gotas sobre el parabrisas empañado.