16/04/2016

Tucumán

Las consecuencias que enfrenta la joven que mintió que fue secuestrada y abusada

El caso de la adolescente conmocionó a la provincia pero un joven reconoció ante la fiscal Giannoni que la chica que realizó la denuncia estuvo con él en su casa en las horas que dijo haber estado privada de su libertad.
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Los cuatro detenidos por el caso de la adolescente seguirán siendo sospechosos de haber raptado y robado a una empleada doméstica ese día en el auto señalado.

Desde hace varias semanas ha conmocionado a la provincia el caso de Soledad, una joven de 18 años que habría sido secuestrada cuando se dirigía a tomar el colectivo para asistir a la escuela, y que, privada de su libertad fue abusada sexualmente. La conmoción es ahora mayor al saberse que se trató de toda una mentira y la joven deberá afrontar una causa penal por haber realizado una falsa denuncia.

Este hecho sale a la luz después de que, mediante la investigación de los registros teléfonicos, un joven reconoció ante la fiscal Adriana Giannoni que la chica que realizó la denuncia estuvo con él en su casa en las horas que dijo haber estado secuestrada

Según la denuncia que realizaron los padres de la supuesta víctima en base a los dichos de la chica, el martes 29 de marzo fue interceptada en Alberti y Francisco de Aguirre por dos personas que la obligaron a subir a un vehículo. Allí, siempre según las actuaciones, la drogaron y la retuvieron durante al menos cinco horas. En esos momentos abusaron de ella. La abandonaron en Santiago del Estero y avenida Avellaneda. De allí y por sus propios medios se dirigió al centro de Salud donde fue atendida. Por la tarde la derivaron al hospital Padilla, donde hasta el viernes permanecía internada en el área de psiquiatría.

La fiscala Adriana Giannoni se hizo cargo de la investigación y descubrió que minutos antes de que se produjera el supuesto secuestro, a una empleada doméstica la habían obligado a subir a un auto gris para robarle una mochila y sus zapatillas. Un taxista ratificó los dichos de esa mujer y contó que él persiguió el auto hasta El Colmenar, donde los perdió de vista.

Giannoni vinculó los dos casos y le pidió al personal de la División Delitos contra las Personas, al mando de los comisarios Javier Hidalgo y Ricardo Villagra, que profundizara esa pista. Paralelamente creó una página en Facebook para que las personas aportaran datos sobre la identidad de los autores de ambos hechos. Y la estrategia dio rápidamente sus frutos. Varias personas aportaron datos de los sospechosos y del vehículo a través de esa vía y de manera personal. Así fue como los investigadores detuvieron a tres hombres y a una mujer, y secuestraron un Fiat Siena gris en el que supuestamente se movilizaban.

Ante la justicia sólo declararon dos sospechosos. Según fuentes judiciales, uno dijo que no recordaba nada porque había estado consumiendo drogas con sus amigos desde el día anterior. La mujer, en cambio, negó haber participado en los hechos y conocer a los otros acusados.

El caso parecía cerrado. Sólo faltaba la declaración de la víctima. La fiscal esperó la autorización de los profesionales que la estaban atendiendo porque la joven padecía de un cuadro depresivo. Cuando recibió la aprobación, Giannoni -que antes la había convencido de que se dejara revisar por los médicos forenses para sumar pruebas en contra de los acusados- decidió interrogarla con el sistema de Cámara Gesell para protegerla.

La joven, cuando contó su versión de los hechos, dejó más dudas que certezas. No supo aportar datos y su testimonio pareció preparado. Por eso se ordenó profundizar la investigación haciendo analizar las llamadas y los mensajes que se hicieron del celular de la chica.

El primer informe no dio indicios. Buscaron saber dónde estuvo la chica en todo ese tiempo a través de las celdas de la compañía celular que le brinda servicio. Pero como no lo utilizó, no encontraron nada. Sin embargo, dieron otro paso clave. Analizaron los mensajes que envió por WhatsApp ese día. Así descubrieron que minutos antes del horario de que fuera secuestrada acordó encontrarse con una persona. Buscaron al titular de esa línea y lo llevaron a la Justicia.

El joven, aterrorizado con la situación que estaba viviendo, el viernes contó todo cuando declaró ante la fiscala. Con la voz entrecortada y muy nervioso, reconoció que, como había acordado con la joven, y aprovechando que sus parientes no estaban en el domicilio, la recibió en su casa y estuvieron los dos solos hasta cerca del mediodía. Informó que, entre las 12 y 12.30, ella se fue en taxi Fiat Uno Blanco hacia el centro, para de allí regresar a su casa.

El testigo, según confiaron fuentes judiciales, contó que cuando se enteró del rapto, le preguntó qué había pasado y que ella le dijo que el conductor del taxi era el que la había atacado. También recalcó que en los días posteriores intentó comunicarse, pero que la joven jamás le volvió a responder sus llamadas o mensajes.

Estamos ante un caso grave. Con su accionar la joven movilizó a la Policía, al Siprosa, a los forenses y a la Justicia. Se perdió tiempo y horas de trabajo de mucha gente. Se va actuar en consecuencia”, aseguró Giannoni.

Si bien es cierto que no lo confirmó oficialmente, el sábado la fiscala iniciará una causa en contra de la joven por haber realizado una falsa denuncia.

Los acusados respiraron aliviados al enterarse de que no serán acusados de privación ilegítima de la libertad y abuso, los cuatro detenidos por el caso seguirán encerrados en un calabozo por, al menos varios días más. Los tres hombres y la mujer siguen siendo sospechosos de haber raptado y robado a una empleada doméstica el 29 de marzo, cerca de las 7 de la mañana en el barrio donde en un principio, se pensó que secuestraron a la joven. La víctima, que ratificó la denuncia ante la fiscala Adriana Giannoni, no pudo confirmar que ellos hayan sido los autores del atraco en una rueda de reconocimiento, pero sí dijo que el auto que secuestraron en Las Salinas fue al que la obligaron a subir. Otra mujer, cuyo nombre no trascendió, dijo haber sido víctima de un robo de esas características y en el mismo barrio, pero no denunció oficialmente el caso en la Policía ni en la Justicia, por lo que no se pudo avanzar en la investigación. La fiscala Giannoni confirmó que pedirá que se les dicte la prisión preventiva a los cuatro sospechosos.

(La Gaceta)



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