27/07/2016

El mundo

“El mundo está en guerra, porque ha perdido la paz", asegura Francisco

El Sumo Pontífice llegó a Polonia y señaló que no se trata de una “guerra de religiones”, porque “todas las religiones queremos la paz”.

El Papa Francisco arribó este miércoles a Polonia y aseguró que “el mundo está en guerra, porque ha perdido la paz".


Durante el vuelo que lo llevó a aterrizar en el Aeropuerto Internacional Juan Pablo II-Balice de Cracovia, ciudad que lo recibe con fuertes medidas de seguridad,  el Sumo Pontífice aseguró: "No tenemos miedo de decir esta verdad: el mundo está en guerra, porque ha perdido la paz".


El Papa negó sin embargo que esté en curso en el mundo una “guerra de religiones porque todas las religiones queremos la paz”. Lo dijo un día después de que el martes dos fanáticos que se proclamaban islámicos tomó una iglesia en el interior de Francia y degolló de rodillas a un sacerdote, en lo que constituyó el primer atentado de personas que se dicen inspiradas o están directamente vinculadas con el ISIS en una sede católica de Europa.


El pontífice hizo la aclaración en el vuelo que lo trasladó de Roma a Cracovia, para presidir hasta el domingo la Jornada Mundial de la Juventud y visitar lo que fue el campo de concentración de Auschwitz, emblema del horror del Holocausto. Fue con ocasión del habitual saludo a los periodistas de medios de numerosos países que lo acompañan para cubrir su visita a la tierra de Juan Pablo II.


Tras reiterar su conocida apreciación de que el mundo “sufre una guerra en pedacitos”, el Papa dijo: “hablo de guerra en serio; no de guerra de religión. Porque hay guerra por intereses, hay por dinero, hay guerra por los recursos de la naturaleza, hay guerra por el dominio de los pueblos: eso es la guerra”.



Inmediatamente aclaró: “alguien puede pensar que estoy hablando de guerra de religiones, no, todas las religiones queremos la paz. La guerra la quieren otros”, completó.


El papa Francisco fue recibido por el presidente polaco, Andrzej Duda, su esposa Agata Kornhauser-Duda, y el arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, acompañados de dos niños ataviados con los trajes típicos polacos.


El papa, Duda y el arzobispo avanzaron por la alfombra roja flanqueada por la guardia de honor, mientras varios centenares de personas recibían a Francisco con gritos de júbilo y banderas polacas y vaticanas.


Posteriormente la pareja presidencial y el pontífice escucharon los himnos del Vaticano y de Polonia y justo después la primera ministra polaca, Beata Szydlo, tuvo ocasión de saludar al papa. Tras los actos de bienvenida, la comitiva papal se trasladó al castillo-catedral de Wawel, en el centro de Cracovia.





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