23/05/2016

Culturas

Pergamino: denuncian una feroz represión policial luego del recital de La Renga

Así lo expresaron los asistentes al concierto de la banda de rock. Hubo alrededor de 20 heridos, entre ellos un periodista, al que le impactaron 10 balazos de goma. Video.
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"Los perdigones me pegaron en el pecho y en el hombro", aseguró el periodista Cristian Blicharski.

Las personas que asistieron al recital que brindó La Renga el sábado pasado en Pergamino termino con varios incidentes, y denunciaron una "feroz represión policial". Hubo alrededor de 20 heridos, entre ellos un periodista, al que le impactaron 10 balazos de goma.


El concierto tuvo lugar en el predio del Circuito El Panorámico, sobre la calle Almafuerte, entre Barbazán e Irlanda.


Un periodista denunció que hubo una violenta represión policial, luego de recibir 10 balazos de goma en su cuerpo.


"En un momento me separé de mis compañeros y quedé solo. Cuando estaba saliendo del predio, medio tema antes de que terminara, me di vuelta y veo a un policía apuntándome", dijo al sitio Silencio Cristian Blicharski, cronista del sitio Rock.com.ar.


En la continuidad de su relato, el periodista señaló: "Inmediatamente me tira. Los perdigones me pegaron en el pecho y en el hombro. Salí del lugar y las primeras curaciones me las dio una vecina".


El fotógrafo Diego Fioravanti de la revista Billboard viajó junto a Blicharski y otros colegas a cubrir el recital. "Estuvimos una hora buscándolo (a Cristian) en una zona sin señal, sin saber nada, hasta que logramos dar con él", relató. "Cuando salíamos del predio hacia el auto notábamos que había un ambiente caldeado. El público agitaba, pero la policía estaba dispuesta a cualquier cosa y se notaba".


Según varios medios, el operativo de seguridad volcado al recital de La Renga estuvo a cargo tanto de la Policía de la Provincia de Buenos Aires como de la Policía Federal. 


Aún no se determinó si las dos fuerza coordinadas o una sola de ellas descargaron los palazos, lanzaron los gases lacrimógenos y apretaron los gatillos de las postas de goma. Tampoco se sabe aún el destino del joven que pasó largos minutos incosciente junto al alambrado del predio mientras los efectivos policiales que lo rodeaban no hacían nada.






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