La militancia como excusa para desaparecer y perseguir

Por Gabriela Cruz | El último testigo en declarar esta semana en la Megacausa Operativo Independencia fue Jorge Raúl Díaz Martínez, hermano de Guillermo Eduardo Díaz Nieto. Guillermo había llegado de la ciudad de La Plata en compañía de su esposa y sus dos hijos. Tucumán había sido el lugar elegido para radicarse tras las amenazas que había sufrido en Buenos Aires y que, según expresó Jorge, estaba en riesgo la integridad de él y su familia. El día 9 de febrero de 1975 salió de su casa y no regresó más. Díaz Martínez contó que alertados de esta situación su padre viajó a Tucumán para realizar las presentaciones correspondientes para dar con el paradero de su hijo.

Con el tiempo supieron que Guillermo Díaz Nieto había sido secuestrado junto a Pedro Antonio Medina y José Teodoro Loto. Los tres eran integrantes de la agrupación Montoneros y al día de la fecha continúan desaparecidos.

El testigo contó ante el tribunal que en una ocasión, al intentar regresar al hotel donde se alojaban en la capital tucumana, fueron abordados por el conserje.“Nos pidió que no volviéramos por ahí”, recordó. “Dijo que se habían presentado dos hombres solicitando información sobre nosotros. Obviamente no volvimos”, agregó.

“Al volver a Córdoba me enteré por (el diario) la Voz del interior que Montoneros había secuestrado al cónsul americano y que la agrupación exigía la libertad de 5 militantes entre los que estaba mi hermano, Loto, Medina y otros 2 muchachos de La Pampa”, detalló Jorge. Sin embargo, a pesar de haber dado un plazo de 15 días para el intercambio, el diplomático John Patrick Eganfue ejecutado a los cuatro días, a fines del mes de febrero de 1975. “Causó una gran desesperanza a nuestra familia, porque significaba la pérdida de mi hermano”, señaló el testigo.

Más tarde supo por una persona que había sido detenida por robo, que su hermano estaba en el centro clandestino de detención Jefatura. Esa misma persona les relató que había visto que sacaban un cadáver luego de torturarlo y que había quedado un charco de sangre. “Nunca supimos cuál de los tres habría sido”, añadió Jorge Díaz Martínez.

La persecución a la familia de Díaz Nieto fue constante, según advirtió Jorge Díaz Martínez. “A su mujer Haydeé, la encontramos en la cárcel de San Martín, Córdoba, presa política, vivió un tiempo en Catamarca, volvió a la Plata, finalmente, con sus hijos,  se radicó en Cipoletti. Mi padre, con el que buscamos a Guillermo en febrero de 1975, fue detenido en la Plata, junto a Juan Domingo ‘Bocha’ Plaza”, señaló. Si bien su padre fue liberado, el ‘Bocha’ Plaza permanece desaparecido.

Las audiencias continuarán el próximo jueves 30 de junio y viernes 1 de julio. El secretario del tribunal adelantó que ante los asuetos y la feria judicial estas serán las últimas audiencias hasta pasado el receso invernal.