Pablo Pineda destacó la importancia de la educación pública: "Los recortes no sirven para nada"

El pasado miércoles, Pablo Pineda Ferrer, actor, maestro y actor, brindó una conferencia en el Teatro Alberdi ante una multitud. Este jueves, a las 10, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) le otorgará la distinción de Visitante Ilustre.

Del acto participan el vicerrector, José García, y funcionarios de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán.

Pineda es diplomado en magisterio y le faltan pocas asignaturas para ser licenciado en psicopedagogía. Por esta labor es reconocido fundamentalmente, ya que es el primer europeo con síndrome de Down en terminar una carrera universitaria.

Durante su charla, el escritor y actor (reconocido mundialmente por la película Yo, también) hizo un repaso por su experiencia familiar, académica, social y laboral.

"He tenido una historia larga e intensa de vida donde mis padres han sido mis pilares en una época mucho más difícil que ahora. La sociedad ha cambiado mucho y mejor. Tuvieron ideas muy claras. Me veían como un hijo y no como un discapacitado, y eso fue fundamental. Me han educado para que sea una persona autónoma. Me han educado para las relaciones con los demás, con una educación esencialmente pública. Mi experiencia familiar fue magnífica. Mis hermanos me han exigido muchísimo. Me han dado caña (sic) porque confiaban en mí, en mis posibilidades y en mis capacidades”, comentó.

Sobre su paso por la universidad, Pineda señaló: "ha sido larga pero siempre en centros públicos (primario, secundario y universidad). Hacer amigos es difícil pero hay que hacerlos, a eso lo llamo la autonomía relacional (elegir tú a los amigos). Tú debes escogerlos y no tu familia. Tenemos que demostrar que podemos. La universidad ha sido demasiado individualista. Me he sentido solo porque tenía compañeros y no amigos. Estás acompañado pero solo, pero te acostumbras a ello. La universidad ha sido una experiencia agridulce porque vivimos en una sociedad demasiado individualista”.

De 2003 a 2006 trabajó en el ayuntamiento de su ciudad en Málaga como preparador laboral de personas con discapacidad, entre otras tareas. "Es un tema complicado y es ahí donde quiero dar más caña. Empezando por la familia porque muchas veces el gran obstáculo es la sobreprotección, también debemos pasar de ser chicos pasivos a activos. Es una labor de la familia, la escuela y la formación. Hay que estar formado para enfrentar esta sociedad del siglo XXI. Para demostrar que tenemos talento. Les digo a las empresas y empleadores que nos vean como gente con talento, podemos aportar muchísimo y trabajar codo a codo. También les doy caña a los políticos porque son ellos los que tienen que hacer cosas para el servicio de la gente y no viceversa. Deben hacer leyes justas y leyes sociales. Que sepan demostrar que están con las personas e inviertan en educación, integración, innovación y temas sociales. Los recortes no sirven para nada, perjudican a la sociedad", opinó.

Finalmente se refirió a su papel protagónico en la película “Yo, también”, donde destaca como fue abordado la afectabilidad y la sexualidad en el síndrome de Down. “No somos ángeles o querubines, somos de carne y hueso con necesidades como todos. El sexo no es solo el acto sexual o de atributos. Es el cariño, la empatía, meterse en la piel del otro. Yo sé amar, y quiero ser amado. Tengo sentimientos”, concluyó.