21/10/2016

Tucumán

El Virla cumple 32 años haciendo extensión

El Centro Cultural, primero del NOA, abrió sus puertas el 26 de octubre de 1984. La casa de la pluralidad y del vínculo de la Universidad con la comunidad.

"Un moderno centro para la vida cultural de Tucumán inaugurará la Universidad". "Un vínculo más entre la Universidad y la comunidad".

 

Así describían las crónicas de la época la apertura del Centro Cultural Virla, el 26 de octubre de 1984. Ahora, a 32 años de aquella inauguración, se demuestra que la visión que impulsó al rector Eugenio Flavio Virla a abrir un centro cultural universitario era la acertada: el Virla es extensión.

 

El Centro Cultural, que a los dos años de inaugurado adoptó el nombre de su fundador, nació para que la Universidad y la comunidad enriquezcan su vínculo. "El propósito de esta obra no es solamente que Tucumán cuente con otra sala de exposiciones, u otro teatro, sino que desde aquí se movilice una verdadera extensión cultural", había dicho Jorge Lassaletta, autor del proyecto que convirtió en centro cultural al edificio del ex diario El Orden y luego del matutino universitario El Trópico.

 

"Aquí se pondrán ver exposiciones de todas las creaciones representativas del contenido superior. Y llenarán el ambiente las expresiones de la prosa, la poesía, el canto, la música y la danza. Tendremos las manifestaciones plásticas como mensaje sintético y permanente de irrealidades y realidades nacidas en lo profundo del ser del artista", decía Virla el 26 de octubre, en su discurso inaugural, cuando ponía al centro cultural en manos del entonces Departamento Extensión Universitaria.

 

"En las tres alturas de la galería -a nivel de la calle, subsuelo entrepiso- podrán realizarse exposiciones de arte y ciencias que organicen las facultades e institutos universitarios", decía el diario La Gaceta en su edición del 17 de julio de 1984, cuando reportaba el inicio de las obras. Y así como esos tres niveles están interrelacionados espacialmente escaleras y pasillos que transpiran la memoria viva de Tucumán, en el Virla se entrecruzan las artes visuales, las letras, los debates, los cafés culturales, el diseño, la música, el teatro, la historieta, la danza y el saber académico. No hay expresión de las artes, de las culturas o del conocimiento que no haya tenido cabida en esta casa de puertas abiertas.

 

Por el escenario de su auditorio debutaron jóvenes talentos cobijados por un clima intimista y mágico que los alentó a seguir, siempre seguir. En sus butacas se emocionaron, rieron y aprendieron incontables espectadores que se llevaron dentro suyo fragmentos de artistas consagrados o saberes de catedráticos brillantes. Es en esa sala donde la Asamblea Universitaria debate actualmente la Reforma del Estatuto de la UNT, un viejo anhelo de la Universidad en su búsqueda permanente de inclusión y participación democrática.

 

A 32 años de su apertura, el Centro Cultural de la Secretaría de Extensión Universitaria puede festejar. La misión para la que fue concebida esta "hija mimada" de Eugenio F. Virla se está ejecutando, y lo hace en el marco de la pluralidad, la diversidad y la permeabilidad a las nuevas propuestas. En la casa de Virla siguen siendo todos bienvenidos. La casa de Virla continúa siendo la casa de la tolerancia, en la que la Universidad sigue vinculándose con la comunidad.





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