22/03/2012

Culturas

Soñando por bailar 2: la dificil confesión de Magui

La participante reconoció que por presiones ajenas y propias cayó hace un tiempo en la bulimia y dejó de bailar.

Este miércoles, Magui Bravi reveló un pasado difícil en su intento de ser una bailarina clásica. La participante del "Soñando por bailar 2" reconoció que por presiones ajenas y propias cayó hace un tiempo en la bulimia. Pero también dio un mensaje esperanzador para quienes padecen la enfermedad.

Todo arrancó con un movil de Bravi en Este es el Show. Ante la aparente “invulnerabilidad” de la participante, Denise Dumas y el panel comenzaron a indagar en los motivos para que se muestre tan dura y hermética para “el afuera”. “Nadie conoce nada de tu vida… se te ve como alguien insensible”, le dijeron.
 
Fue ahí cuando la participante se quebró. “Soy vulnerable, pero tengo el error de buscar la perfección en todo. Los que bailamos clásico somos así; cualquier chica que estudie clásico te lo puede decir”, aseguró y comenzó a contar la historia de su intento por convertirse en una bailarina clásica, con ribetes dramáticos como el de haber padecido de bulimia.
 
“Es una carrera muy sacrificada donde llega una entre miles y era una exigencia muy fuerte de mi madre para que yo sea primera bailarina. De chica, ella también quiso ser bailarina y no pudo”, contó Magui. Ante las preguntas del panel, contó que su madre vivía en La Plata y no venía a las galas porque estaba enferma. “Pero me ve y estamos comunicadas a través de mi hermano (que también vive en la ciudad de las diagonales) y de mi papá”. Magui agregó que vivía con su padre en Buenos Aires desde que tuvo que dejar de bailar por la bulimia que padecía. “Me mudé con él para poder trabajar como azafata y estudiar una nueva carrera. Estoy en tercer año de filosofía”, contó.
 
“Cuando dejé de bailar sentí que fue un fracaso, pero agradezco el trabajo que tuve como azafata y el estudio que hago, que te abren la cabeza”, dijo Bravi. Y confesó que vivía como una revancha de la vida estar en el reality, porque significa volver a lo que más ama: bailar. “Les estoy muy agradecida por haberme dejado bailar con Hernán Piquín. Fue un momento muy feliz… como abrazarme de nuevo con la danza y terminar de perdonarme por lo que pasó. No puedo dejar de decir gracias”, dijo conmovida.
 
El tema se centró aún más en los desórdenes alimenticios que llevaron a Magui a renunciar a su carrera de bailarina clásica y que dentro de La Soñada, preocupan a Julieta Ponce. “Yo escondía mi problema hasta que no pude manejar la situación. Sentía una angustia muy grande hasta que no pude más y se lo conté a mis padres. Lo primero que hicieron fue contenerme con especialistas, pero tenés que dejar que te ayuden”, reflexionó Magui. “Me llevó más o menos un año pero nunca más volví a vomitar… te vuelve la menstruación; es volver a conocerte y aceptar tu cuerpo", explicó.
 
"Ahora sé que estoy curada, pero tengo una relación especial con la comida porque tuve que volver a aprender a comer", señaló Bravi.
 
Y además la chica de La Plata habló de sus expectativas. “Mi próxima meta si no entro al Bailando es trabajar como bailarina, que es lo que me hace feliz. Y cuando sea más grande me gustaría tener una escuela de baile como Reina Reech… pero tener mis horarios para estar con mis hijos, porque también me gustaría casarme, soy muy chapada a la antigua”, se definió, en una tarde llena de revelaciones.
 
 


Magdalena Bravi se quebro por human-afterall




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