30/05/2012

El mundo

Pepe Mujica, el presidente más humilde

El mandatario uruguayo vive en una chacra en las afueras de Montevideo y dona el 90% de su sueldo, al igual que su esposa.

A Pepe Mujica parece no cambiarle la vida ser el presidente de un país. Lejos del lujo el mandatario de Uruguay prefiere seguir siendo un vecino más de Montevideo.
 
A poco más de dos años de haber asumido, el mandatario vive en su chacra de las afueras de la capital, en Rincón del Cerro (tal como había anticipado cuando asumió la primera magistratura), con su esposa, Lucía Topolansky y su perra Manuela, una callejera a la que le falta una pata, donde cultiva algunas verduras y vive rodeado de espacios verdes.
 
De acuerdo con lo que publica Elmundo.es, Mujica percibe por ley 12.500 dólares mensuales. Sin embargo, dona el 90% de sus ingresos a fondos de ayuda social, con lo que solo le restan alrededor de 1.250 dólares (20 mil pesos en moneda nacional) para sus gastos personales. “Con ese dinero me alcanza, y me tiene que alcanzar porque hay otros uruguayos que viven con mucho menos”, dijo alguna vez. Del mismo modo, su esposa también dona un porcentaje de su salario.
 
La última muestra de la humildad de Mujica se produjo el pasado miércoles, cuando llegó hasta una ferretería del barrio Paso de la Arena, hacia donde fue para adquirir una tapa para inodoro. 
 
Compró lo que iba a comprar, y acto seguido aceptó una invitación informal de los jóvenes de la zona, nucleados en el humilde club de fútbol Huracán. Mujica se trasladó en su Volkswagen Fusca celeste hasta la sede del club, donde brindó una sencilla charla de aliento a los futbolistas que participan en el torneo de la Segunda División Profesional... aferrado a la tapa del inodoro recién adquirida. También les prometió "un asadito" si el club asciende a Primera. 
 



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