28/06/2015

El mundo

A 43 años de la tragedia de los Andes, habló el arriero que encontró a los sobrevivientes

El accidente aéreo ocurrió hace 43 años del lado chileno de la cordillera y fue tapa de los diarios cuando se supo que 16 de los 45 pasajeros lograron sobrevivir en la nieve 72 días.

 Hace 43 años el corazón de Sergio Catalán presentía lo que iba a suceder. Ese arriero chileno fue quien encontró los sobrevivientes de la tragedia de los Andes. "Nosotros vamos a encontrar ese avión en la cordillera, les decía siempre a mis hijos. No sé por qué, pero lo presentía", confesó en su casa en el pueblo de San Fernando, en cuyas montañas cayó el Fairchild Hiller 227 de la Fuerza Aérea Uruguaya el 13 de octubre de 1972.

Catalán actualmente tiene 88 años y toda una vida dedicada a la cría de ganado ovino, sin embargo no puede olvidarse de aquel suceso que lo marcó para siempre, pues fue su familia la encargada de ir al puesto más cercano de carabineros para avisar. 
 
El avión que los transportaba cayó en la cordillera a raíz de un error de aeronavegación que los introdujo en una tormenta y afectó a la máquina y sus instrumentos de control de vuelo.
 
Por ese entonces Catalán había ido con su familia a llevar  las ovejas a pastar y beber junto al río al que llaman  "El Barroso", que tiene mucho caudal de agua. Ya estaba anocheciendo cuando vieron  que en la otra orilla había dos hombres a los que se los notaba en muy malas condiciones físicas, El hijo de Catalán tomó la palabra:  "Mi padre trató de comunicarse con ellos a los gritos, pero el ruido del agua era tan fuerte que no los escuchábamos. Además, ya casi no tenían fuerzas ni para hablar. Pero como la fuerza de la corriente y el ancho del ruido nos impedían cruzar, mi viejo decidió tirarles una botella con una hoja y papel dentro, para que pudieron escribirnos quienes eran". 
 
En el mensaje los hombres contaban que hacía diez días caminaban por las montañas en búsqueda de ayuda para rescatar a los sobrevivientes. El padre calmó a los jóvenes y a las seis de la mañana del día siguiente comenzó el operativo de ayuda.  Uno de los hijos fue el encargado de cuidar y velar por los dos muchachos.
 
"Nosotros también pudimos tomar contacto con los dos cuando llegaron los carabineros. Después de agradecernos, algo que siguen haciendo hoy en día, nos dijeron que lo único que deseaban era volver a sus casas antes de la Navidad. Faltaban tres días para eso", comentó Catalán y culminó: "Pero nosotros no teníamos mucha noción de lo que habíamos hecho. Habíamos ayudado a unas personas, como creíamos que cualquiera lo podría haber hecho, y nada más. Era nuestra obligación. La dimensión que después tomó el acontecimiento fue cuando nos fuimos enterando de la repercusión que hubo no solamente en Chile, sino, según nos decían, en casi todo el mundo". 
   
 



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