El empresario que fuera dueño de la farmacéutica señalada por la circulación de fentanilo adulterado que causó más de una treintena de muertes, presentó un escrito ante el juez, repleto de acusaciones cruzadas y denuncias de “extorsión”.
Una sorpresiva presentación
El empresario Ariel Garcia Furfaro, presentó ante el juez federal de La Plata, Nicolás Kreplak, una declaración por escrito, en relación a la investigación sobre la circulación de fentanilo adulterado, que causó la fallecimiento de 34 pacientes internados en centros de salud de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, así como en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Furfaro, es propietario de la farmacéutica HLB Pharma, que estuvo vinculada a Laboratorios Ramallo durante la elaboración de la partida 31202, señalada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica como el cargamento adulterado que habría sido el detonante de los fallecimientos.
El escrito llega de manera sorpresiva, puesto que el magistrado mantuvo el foco de la investigación, en la responsabilidad de los directores técnicos, tanto de Laboratorios Ramallo como de HLB Pharma, sin que el procedimiento avance en el análisis de la posible implicación de los dueños
Furfaro señala sabotaje
El escrito de once fojas presentado por Ariel Furfaro manifiesta que en la actualidad, se encuentra bajo constante “escarnio periodístico injustificado”, y acusa la existencia de un presunto sabotaje sobre algunas muestras de fentanilo por parte de uno de sus ex colaboradores, Andrés Quinteros, a quien ya lo había denunciado por “extorsión”.
“Lo hago en base a una sospecha fundada de que parte o todo de lo ocurrido pudo tener que ver con el accionar de una persona inescrupulosa, llamada Andrés Quinteros“, explicó Furfaro en su escrito, tras lo que procedió a contar cómo inició su vínculo con Quinteros.
“Se trata de una persona que he conocido cuando él trabajaba en el Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, como secretario del entonces ministro de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Di Rocco… Me ayudó mucho, y lo consideré alguien de profunda confianza. Con posterioridad, fue diputado provincial, y mantuvimos siempre una relación de cercanía. En ocasión de que yo hubiera adquirido un primer laboratorio, él se acercaba a pedirme donaciones para regalar, a su vez, a hospitales y municipalidades, lo que favorecía su actividad política”, explicó.
Dudas sobre la causa
En el mismo escrito, Furfaro expresó sus dudas en relación a la investigación que lleva adelante el juez Kreplak. Haciendo especial énfasis en la velocidad con la que se identificaron las bacterias contaminantes en el Hospital Italiano de La Plata, así como la difusión sobre una supuesta cepa multirresistente.
Según el dueño de HLB Pharma, el médico infectólogo que realizó el descubrimiento en el centro de salud platense, “tendría vínculos previos con Quinteros, tanto por actividades políticas (militando por Florencio Randazzo), como por la entrega de medicamentos al hospital en cuestión”.
A esto, el escrito de García le suma una hipótesis de direccionamiento. El abogado señala que la compra de 10 mil unidades de fentanilo por parte del Hospital Italiano del lote contaminado, fue realizada de manera poco usual, tanto por la cantidad como por las condiciones de la transacción. Por ello, considera que el cargamento adulterado pudo ser direccionado específicamente a ese hospital platense, para facilitar la denuncia y repercusión pública.
Por su parte, Andrés Quinteros negó categóricamente las acusaciones de Furfaro. En una entrevista que otorgó al medio Infobae, manifestó su inocencia y aseguró que nunca tuvo vínculos con los laboratorios relacionados al fentanilo contaminado.
La sorpresiva aparición de Ariel García Furfaro, en el escenario de la causa por el cargamento de fentanilo contaminado, suma información que podría cambiar completamente la resolución de la causa, agregando una hipótesis de sabotaje y denuncias de extorsión, que podrían haber sido ser fundamentales para la distribución del fentanilo que, lamentablemente, ya causó 34 muertes.