El Gobierno nacional oficializó este viernes una nueva suba en las retenciones para la soja y el maíz. Esta medida ya había sido anunciada durante los últimos días, pero recién hoy se oficializó mediante un decreto firmado por Javier Milei. Según dictamina el Boletín Oficial, la legislación entrará en vigencia a partir del 1 de julio, lo que enciende el malestar dentro del sector agropecuario.
Detalles de la normativa
La norma, que forma parte del decreto 349/2025 del Boletín Oficial de este viernes, expresa que la alicuota para la soja subirá del 26% al 33%, mientras que la del maíz pasará de 9,5 a 12%. Además, la medida establece que las retenciones para el girasol, que durante los últimos cinco meses estuvo a un 5,5%, regresará a 7%. No obstante, la medida incluye una buena noticia para el sector agropecuario: prorrogará la baja de las alicuotas para el trigo y cebada, que se mantendrá en un 9,5%.
El decreto firmado por Javier Milei, el jefe de Gabinetes, Guillermo Franco, y el ministro de Economía, Luis Caputo, indica que habrá un requisito adicional para los cultivos de invierno: los exportadores estarán obligados a liquidar al menos el 90% de sus divisas en 30 días hábiles. Dicho plazo comenzará a regir desde la presentación de la Declaración Jurada de Venta al Exterior.
Esta última medida busca aliviar la carga de los exportadores, quienes anteriormente contaban con una ventana de 15 días hábiles para ingresar las divisas al país. En este documento, especifican que todos aquellos que no cumplan con este nuevo requisito, perderán el beneficio tributario. ¿Qué significa esto? Que tendrán que tributar la alicuota más alta que rija para el cultivo correspondiente.
Polémica por la decisión del Gobierno
Las entidades rurales hicieron público su malestar respecto a la decisión del Gobierno de aumentar las retenciones. Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) emitieron un comunicado en el que resaltan que existe “preocupación ante la continuidad y el impacto negativo que tendrá restablecer los derechos de Exportación aplicados a los granos”. Y si bien reconocieron avances en materia económica, exigieron una revisión urgente sobre su política tributaria.
Otra entidad que se pronunció al respecto fue Coninagro, que hizo una tajante advertencia: “La rebaja en los DEX genera preocupación y desigualdad. Además, muchos procesos productivos se encuentran inconclusos al 30 de junio”. En ese sentido, resaltaron que necesitan que el sector agropecuario necesita certezas y reglas claras y duraderas para planificar mejor la producción, la inversión y no perder rentabilidad.
El sector agropecuario coincide en que la extensión del beneficio para trigo y cebada es una buena noticia, pero remarca que el malestar es más que nada por volver a las retenciones previas para cultivos como el maíz, cuya cosecha todavía no terminó. Según detallaron, más del 45% del área sembrada con este producto no fue cosechada, por lo que este porcentaje saldrá al mercado bajo el nuevo esquema tributario, lo que es un duro revés contra su bolsillo.
¿Qué efectos podría tener esta medida?
Analistas señalaron que la suba de las retenciones podría frenar la comercialización de maíz y soja durante los próximos meses. Es que el impacto que estas medidas podrían generar son en torno a las decisiones comerciales y a la liquidez del sistema agroindustrial, cuyos efectos podrían verse en los próximos ciclos de siembra y cosecha, lo que llevará a un aumento de las especulaciones.
Cabe resaltar que la fecha en la que el Gobierno eligió hacer el anuncio puede interpretarse como un mensaje político hacia el campo. No es casualidad que este tipo de noticias salga a días de la exposición de La Rural, uno de los eventos más emblemáticos del año para este sector. En la antesala de esta reunión, había expectativas por la participación de Milei en el acto de inauguración, lo que podría haber traído buenas nuevas para el agro. No obstante, el presidente eligió mantener el enfoque en las cuentas públicas y el equilibrio fiscal.