El caso Pablo Grillo atraviesa una jornada de novedades, tras las declaraciones del hermano del fotógrafo herido durante una protesta en contra de las medidas del gobierno, y la confirmación la citación a indagatoria del principal acusado.
Desde que fue baleado a manos de un oficial de Gendarmería, Pablo Grillo continúa recuperándose de las graves secuelas neurológicas que tuvo como consecuencia el ataque. Al respecto, su hermano Emiliano Grillo habló con el medio Futurock sobre la condición actual de la víctima, y comentó cómo sobrelleva su recuperación.
Grillo continúa internado en el Hospital Manuel Rocca, en donde se encuentra recibiendo un tratamiento integral para su rehabilitación neurológica, ya que las secuelas del disparo afectaron, fundamentalmente, su funcionamiento cerebral, al ocasionarle fracturas craneales y un cuadro posterior de hidrocefalia.
Y a pesar de las grandes dificultades para la conservación de su memoria, el panorama parece ser, en lo posible, positivo. Ya que, en palabras de su hermano, Pablo “Está respondiendo bien a los estímulos”. Aunque los médicos advierten de posibles alteraciones en su personalidad, puesto que la bala impactó en el lóbulo frontal, desde donde controla y dirige el comportamiento humano.
“Es un nuevo hermano. Es otro Pablo. Nos está costando aceptarlo porque lo vemos y es él, pero sus reacciones, no”, señaló Emiliano, conmovido frente al estado del fotógrafo. Además, comentó que recibieron la confirmación del llamado a indagatoria de Guerrero, el gendarme acusado de dispararle a Grillo, con mucha alegría: “La estábamos esperando hace un tiempo”, expresó.
Los hechos
El 12 de marzo pasado, Pablo Grillo se encontraba registrando, con su cámara fotográfica, la manifestación por el reclamo del aumento a los jubilados, frente al Congreso de la Nación. Sin embargo, su labor periodística fue interrumpida tras la llegada de las fuerzas de seguridad, que dieron inicio a la represión.
En estas circunstancias, se desencadenó el operativo, que incluyó el disparo de balas de goma y el lanzamiento de gases lacrimógenos, para amedrentar a los manifestantes. Entre ellos, Pablo Grillo continuaba su registro fotográfico cuando fue alcanzado por uno de los disparos, que impactó en su cabeza, dejándolo inconsciente.
La herida, que llevó a Grillo a ser hospitalizado en estado de gravedad y a permanecer varios días al filo de la vida y la muerte, fue producto de una bala disparada por el gendarme Héctor Jesús Guerrero, quien, por órdenes superiores, se encontraba acribillando a los presentes, junto a sus compañeros de fuerza.
La recuperación de Pablo Grillo
Tras los ocurrido, el fotógrafo pasó meses en internación y bajo control médico, hasta que su posibilidad de continuar viviendo se volvió una realidad. Sin embargo, su retorno a la vida tuvo un costo: secuelas neurológicas severas, que condicionan sus funciones cognitivas elementales.
“Está lento, le cuesta estar atento. No puede comer y escuchar música al mismo tiempo”, señaló su hermano y agregó que, momentáneamente, el paciente “se tilda”, y pierde contacto con la realidad. Pero, a pesar de ello, Grillo continúa aferrándose a las terapias de rehabilitación, y ya se observan leves progresos.
El futuro de Guerrero, el principal acusado
Hoy también fue confirmada la citación a indagatoria dirigida a quien es, hasta el momento, el único sospechoso de atacar a Grillo: el oficial Héctor Guerrero. Por orden de la jueza federal María Servini, el acusado deberá presentarse a la audiencia programada para el día 2 septiembre, además de acatar la medida que prohíbe su salida del país, por riesgo de fuga.
Además, la funcionaria dictaminó la realización de una pericia para reconstruir las circunstancias del disparo, y verificar cuestiones mecánicas como la distancia en la que fue efectuado, y el ángulo.
De esta manera, la causa en contra de Guerrero avanza a pesar del respaldo que recibió, desde un principio, por parte de Patricia Bullrich y la cúpula de la cartera de seguridad.