AFA emitió un contundente comunicado en el que explicita la persecución política sufrida a lo largo de las distintas gestiones presidenciales, además de defender la transparencia de las obras llevadas a cabo por su dirección actual, acusada por integrantes de la cúpula de Javier Milei de avalar maniobras de corrupción.
En plena disputa con el Poder Ejecutivo y tras sufrir allanamientos ordenados por el juez Luis Armella para investigar los presuntos vínculos ilícitos entre el superior organismo deportivo y la empresa Sur Finanzas, señalada por lavado de dinero, el ente regulador del fútbol hizo público un extenso descargo.
El documento, publicado en el sitio web de AFA, también oficia como respuesta a la denuncia que Patricia Bullrich presentó ante el Comité de Ética de la CONMEBOL contra Claudio “Chiqui” Tapia y Pablo Toviggino, con intención de “investigar a fondo esta mafia que conduce la AFA”.
La dirección de AFA defiende su trayectoria
Con el objetivo de contrarrestar la oleada de críticas que pusieron en jaque la reputación del organismo, recientemente denunciado por la DGI por incumplimiento en el pago de impuestos y requisado en el marco de una investigación por el lavado de dinero, los dirigentes de la AFA hicieron gala de los logros de la gestión.
Sin titubeos, en los primeros párrafos del texto, se adjudican el mérito de haber logrado la recomposición de una institución que quedó “devastada” luego del fallecimiento de Julio Grondona, quien la presidió por 35 años, desde 1979 hasta 2014.
“Económicamente, la casa del fútbol argentino estaba desordenada, con deudas acumuladas y compromisos incumplidos con los clubes”, narraron, además de describir la nula autonomía financiera y la poca claridad en el manejo de los recursos del organismo.
“Era un escenario de descrédito total, con riesgo de sanciones internacionales y sin confianza de los hinchas ni de la sociedad”, agregaron. Y procedieron a afirmar que, pese a la crítica situación, la gestión hoy señalada como sospechosa de ejecutar maniobras ilícitas trabajó “para ordenar las cuentas, recuperar la credibilidad y devolverle a la institución el prestigio”.
En consecuencia, la administración afirmó que logró recuperar el corazón del fútbol argentino con un desmedido esfuerzo que fue reflejado en la creación de nuevos predios, la profesionalización a todas las categorías del fútbol masculino, el impulso al fútbol femenino y la recuperación de la imagen de la AFA a nivel internacional.
“Todo eso se hizo gracias al esfuerzo de los actuales dirigentes del fútbol argentino y del Comité Ejecutivo que desde ya hace 8 años y medio viene trabajando incansablemente”, ratificaron.
Persecución política durante los gobiernos de Macri, Alberto Fernández y Milei
Pese a la labor realizada, el organismo señaló que los gobiernos de Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei fogonearon acusaciones en perjuicio de sus directivos. “En la Presidencia del Ing. Mauricio Macri tuvimos que soportar amenazas de intervención, denuncias de cohecho, tráfico de influencias, lavado de dinero…”, espetaron.
Respecto a la conducta de Fernández, recordaron que el expresidente “pretendió ungir a su propio candidato para que dirija los destinos de la AFA, en contra de lo que se había elegido democráticamente”.
Y, durante la gestión libertaria, subrayaron “el ataque coordinado” del ministro de Justicia, Cúneo Libarona, la diputada Juliana Santillán y Patricia Bullrich, que también atentaron contra las decisiones democráticas del ente autónomo.
A continuación, en respuesta a aquellos que apuntan contra la dirigencia por ser, presuntamente, peronista, aclararon: “Insisten con presentarnos como la AFA peronista, cuando fuimos nosotros quienes no acompañamos con nuestra imagen la compulsa proselitista”.
“Mientras tanto, en el país…”
Hacia el final del comunicado, y en sus párrafos más fuertes, AFA denuncia la presente avanzada en su contra como una cortina de humo para ocultar los desbarranques del plan motosierra que el gobierno nacional encabeza, a saber: el desempleo masivo que asola al país desde 2023, el cierre de plantas de importantes firmas y la caída del consumo.