Durante la noche del sábado, Cristina Kirchner fue trasladada al Sanatorio Otamendi luego de un fuerte dolor abdominal y fue sometida a una operación de urgencia por apendicitis. Luego de la intervención, continúa siendo observada por los especialistas y Juan Grabois, aliado político del peronismo, defendió a la expresidenta ante las críticas por haberse atendido en un sanatorio privado y no en uno público. Javier Milei y Marcos Galperín son dos de los que apuntaron con este cuestionamiento en medio de un delicado problema de salud.
El cuadro de CFK
Cristina Fernández de Kirchner ingresó al Sanatorio Otamendi durante la noche del sábado 20 de diciembre y abandonó su departamento ubicado en San José 1111, donde cumple la prisión domiciliaria en Constitución. La sorpresa llegó a todos y, a pesar de la preocupación, se informó que la gravedad del caso solo se trató de una apendicitis que fue intervenida gracias a la constatación a partir de los estudios médicos que se llevaron a cabo.
«Síndrome apendicular agudo con peritonitis localizada», indicaron los médicos a través de su diagnóstico y llevaron adelante la cirugía que se realizó sin inconvenientes. «El acto quirúrgico se llevó a cabo sin complicaciones y la paciente se encuentra hemodinámicamente estable», sumaron para explicar que la evolución es positiva en el caso de Cristina Kirchner, quien deberá hacer reposo y permanece por estos momentos internada en el centro clínico.
Respuesta a las críticas
Juan Grabois, diputado de Fuerza Patria y de relación directa con Cristina Kirchner, envió mensajes de apoyo a la expresidenta en medio de un complejo momento de salud luego de una intervención inesperada para ser operada de apendicitis en el Sanatorio Otamendi. La solidaridad de los aliados políticos abundó, pero también llegaron críticas de los opositores políticos que llevaron la confrontación al terreno de la salud, lo cual fue contestado por el legislador peronista.
«Estamos con vos, compañera», escribió en su cuenta de X el diputado Grabois para acompañar la secuencia con una imagen de CFK junto a él. Más adelante, también contestó a un usuario, quien lanzó un mensaje en forma de burla sobre la situación de la expresidenta, el cual fue reposteado por el presidente de la Nación, Javier Milei. «La que defiende el estado presente, estuvo en el poder cuatro mandatos para construir la salud pública, cuando tiene urgencia, va al privado», escribió el usuario.
Ante esto, Juan Grabois respondió: «Mofarse de un rival que está atravesando una enfermedad es un acto de cobardía política e indignidad personal». El enojo se hizo evidente en el líder del Frente Patria Grande. Marcos Galperín, el empresario argentino, fue otro de los que criticó el accionar de Cristina Kirchner de acudir a un sanatorio privado en lugar de dirigirse a una institución pública para la operación.
Otro que dejó un mensaje pidiendo por su salud, pero con una mofa de por medio, es Eduardo Falcone, quien escribió: «Que se recupere pronto. Y que el Estado recupere pronto la que se llevó al bolso».
En simultáneo, varios militantes kirchneristas llevan a cabo, desde la noche del sábado, una vigilia en la puerta del Sanatorio Otamendi y realizaron varios actos de solidaridad con la referente política que atravesó un susto en su cuadro de salud. CFK seguirá bajo cuidado clínico e intentará seguir el protocolo para luego regresar a San José 1111.
Detalles del cuadro actual
Mientras se aguardan detalles del estado de Cristina, todavía no se informaron nuevas complicaciones y la recuperación avanza. Javier Milei, si bien no se pronunció directamente, dejó su «retweet», que habla mucho más que un mensaje directo. Mientras tanto, La Cámpora, con una bandera gigante con la leyenda «Nunca caminarás sola», acompaña en las inmediaciones del sanatorio.