Desde la Asociación Trabajadores del Estado expresaron su desconfianza respecto a los dichos de Patricia Bullrich, quien, tras conseguir dictamen en las comisiones de Trabajo y Hacienda el pasado jueves, confirmó que el tratamiento del proyecto de reforma laboral tendrá lugar en las sesiones extraordinarias de febrero.
ATE llamó a los trabajadores a permanecer en alerta ante una maniobra inesperada del oficialismo que, en reiteradas ocasiones, evidenció su urgencia en consolidar las modificaciones a la normativa que regula la relación empleador-empleado.
Según trascendió, la decisión de la exministra de patear la discusión en el Senado habría estado influida por el fracaso de los libertarios al defender el Presupuesto 2026 en Diputados, que derivó en la eliminación del capítulo 11. Sin embargo, Bullrich se encargó de desmentir los dichos y explicó su posición arguyendo que sus funcionarios no tuvieron tiempo suficiente para leer la propuesta.
Sorpresivo giro de Bullrich
La senadora, que se hizo responsable de coordinar las negociaciones para impulsar la lista de reformas que el gobierno buscará concretar para asegurar las bases fundamentales de su proyecto económico, tuvo una agridulce semana.
Pues, tras afrontar el debate del Presupuesto 2026 y, en paralelo, la polémica Ley de Modernización Laboral, el movimiento al que representa no pudo abarcar los objetivos planteados en su totalidad.
Y, aunque Patricia obtuvo luz verde para que la normativa laboral avance en el tratamiento legislativo, los libertarios perdieron, en la votación por capítulo de «la ley de leyes», el apartado que proponía la derogación de las normativas de Emergencia en Discapacidad y de Financiamiento Universitario.
Dadas las circunstancias, el logro de una oposición que reivindicó su poder amenazó la integridad de las drásticas iniciativas que Milei, con toda seguridad, buscó introducir en el recinto. Y, a modo de prevención, su armadora estrella en ambas Cámaras habría tomado la decisión de postergar el debate de la reforma.
El gesto no pasó desapercibido en la esfera política, suscitando comentarios de figuras de distintos bloques. Entre ellas, Eduardo Falcone cuestionó las afirmaciones de la exministra, que justificó su decisión sosteniendo que no hubo tiempo para leer con detenimiento el proyecto.
«Más de 10 millones por mes gana un senador. Aproximadamente 10 asesores tiene cada uno, en promedio. ¿No tuvieron tiempo para leer el proyecto?», inquirió el legislador del MID, con pretensiones de exponer la incompetencia de los funcionarios.
ATE se mantiene en guardia
Pese a la confirmación oficial de Bullrich, ATE expresó sus sospechas de que, en un movimiento inesperado, los libertarios convoquen a sesionar de último momento y concreten la cruzada a favor de los empresarios. «La obligaron a decir eso», aseguraron desde el organismo sindical.
Tras el paro nacional que movilizó a trabajadores en los principales puntos del país y copó Plaza de Mayo, ATE volvió a poner en la mira a la exPRO y aseguró que «mintió al afirmar que querían incorporar distintas propuestas», puesto que, en realidad, «no tenían los votos» asegurados de los senadores.
Los dichos corresponden a Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, quien explicó que, desde la organización, no descartan la posibilidad de que el gobierno intente aprobar la reforma laboral antes del 10 de febrero, fecha en la que, según Bullrich, se llamaría a sesiones extraordinarias.
Pues, según explicó, Milei podría negociar «la plata que quieren los gobernadores» para sacar adelante el proyecto. «Ellos saben que legal y técnicamente es posible», afirmó. Tentativamente, Aguiar postuló enero como un mes favorable para los libertarios, dado el receso vacacional y la feria judicial.
«Conociendo los antecedentes del gobierno, sus incumplimientos de acuerdos y sus mentiras organizadas, tenemos que estar alertas en lo que resta de diciembre y todo el mes de enero porque lo van a intentar», concluyó.
El mensaje de Bullrich en respuesta a la CGT
Al tanto de la realización del paro y la movilización del 18 de diciembre, la funcionaria empleó sus redes sociales para dirigirse a los organizadores, el triunvirato de la CGT, a quienes agradeció por sus palabras y, en tono irónico, sugirió: «Ahora volvamos a lo importante», desestimando la demanda del sector.
