El regreso de Franco Colapinto se volvió real y, con una nueva etapa al mando de un coche en Fórmula 1, esta vez con Alpine, deja mucho de qué hablar. Imola parecía ser un desafío complicado para el pilarense y así lo fue. Mucho por delante, mucho por trabajar y una sensación de haber cumplido a pesar de la posición son los principales sentimientos que llegan a Franco. Su puesto 16° dejan en claro una mejoría necesaria, pero los contratiempos hacen ver que esto recién comienza.
Imola deja huella en Colapinto
La travesía de estar arriba de un coche de F1 otra vez no empezaba nada bien para Franco Colapinto. Todo lo sucedido el día sábado dio lugar a muchas interrogantes que, por suerte, fueron contestadas al día siguiente en la carrera principal. En la carrera de clasificación, el día sábado, tuvo un accidente contra la barrera de contención. A pesar del susto, los daños fueron solo materiales y consiguieron pasar el mal trago con arreglos superficiales.
El alerón delantero, los brazos de carbono de las suspensiones, el sistema de frenado y otros pequeños cambios fueron lo único que se dañó en el vehículo de Alpine conducido por Franco Colapinto. Los cambios de neumáticos y otros contratiempos hicieron que el argentino debiera luchar y escalar desde la última posición. Pero ahí se dio la noticia positiva y esperanzadora para las próximas 4 carreras.
Buen augurio
Franco Colapinto, tras una ardua travesía, abandono de Kimi Antonelli de por medio, logró igualar el tiempo de su compañero de escudería, Gasly. El lugar 16 estaba asegurado y esto parecía conformar a más de uno. La sensación de no haber terminado con un golpe o dañando el vehículo en general eran un alivio para los expertos. La comparación con Jack Doohan puede traer polémicas en medio, pero lo cierto es que Franco parece estar listo.
Según cuentan los presentes, y lo que se captó por la transmisión del GP de Imola, Franco Colapinto se mostró más tranquilo y descontracturado tras lograr una carrera aceptable. Cabe aclarar que no es un resultado muy positivo, pero al tratarse de su debut con el vehículo de Alpine, el margen de mejora es amplio. Ahora vendrá una plaza todavía más compleja: Mónaco. Mañana viernes 23 de mayo comenzará la segunda parada en la temporada.
Una hora y media en carrera para Franco sirven sin dudas para entrar en ritmo y de buena manera. Ahora, para Mónaco, dejando Imola en el pasado, todo deberá ser más preciso y serio. El objetivo está claro: escalar posiciones y conseguir por fin puntos. Algo que no logró su compañero que ahora aguarda en la reserva, Jack Doohan. Son varias las fuentes que aseguran que el contrato actual de Colapinto es solo para 5 carreras, lo que suma más peso.
Mónaco: lo que viene
El margen de error en Imola era algo a tener en cuenta, pero ahora, en el GP de Mónaco, uno de los icónicos de la F1, todo será más fino. Y es que la modalidad de correr entre muros, con mayores posibilidades de estamparse contra los laterales, hacen que la atención y el estrés sea un factor clave a la hora de conducir. Franco Colapinto, de esta manera, deberá considerar bien el desgaste de los neumáticos, pero priorizando más para recurrir al cambio.
Varios aseguran que la permanencia de los neumáticos con mayor adherencia a la superficie será la clave para evitar accidentes en Mónaco. La Fórmula 1 siempre mostró que en esta sede se dan las maniobras más finas y es donde dejan a relucir los pilotos su talento al mando de los coches. Franco Colapinto deberá tener en cuenta que, a diferencia de Imola, ahora serán unas 78 vueltas. Mientras que en Italia eran solo 63.
La atención de los argentinos tiene que estar puesta a partir del viernes 23 de mayo a las 8:30 horas. Allí, los entrenamientos libres comenzarán y se dejará en claro cuál es la estrategia que utilizará Franco para la carrera tan esperada. Luego, el día sábado a las 11 horas se dará la clasificación. Finalmente, el día domingo 25 de mayo se dará la carrera final.