Entramos en la etapa definitoria del Mundial de Clubes de la FIFA. Con los equipos argentinos eliminados, los clasificados tendrán la jornada de hoy de descanso y preparación, en vísperas de lo que serán los encuentros de octavos de final. Repasamos una parte de los candidatos y cómo llegaron hasta aquí.
Un nuevo Mundial de Clubes, una historia algo repetida
Ayer por la noche, alcanzada la hora cero del viernes, terminó oficialmente la fase de grupos del Mundial de Clubes, al finalizar los partidos restantes del grupo H. Con ello, se terminaron por definir tanto los 16 clasificados a octavos de final, como los respectivos encuentros.
No obstante, hay una constante histórica que se mantuvo a lo largo del torneo, arraigada en las competiciones internacionales históricas de la FIFA, Copa Mundial de Selecciones incluida: el dominio occidental.
Si bien la organización internacional del fútbol fue equitativa con la distribución de las plazas para la competencia entre los continentes, casi no quedan representantes que no provengan de alguna parte de América o Europa. El viejo continente, donde se inventó el deporte más popular del planeta, compite prácticamente cara a cara con uno de los semilleros del mundo, dispuestos a recordar por qué los observadores de las instituciones más grandes de este deporte visitan las playas brasileñas o los barrios populares argentinos.
Repasamos quiénes fueron los primeros ocho clasificados del certamen.
Primeras sorpresas
Una de las particularidades de este nuevo Mundial de Clubes, fue el constante discurso previo de dominio europeo, mezclado con una especulación constante vinculada a la participación limitada de los representantes de UEFA, que no se tomarían (en teoría) muy en serio esta competición.
Esta línea discursiva se mantuvo durante los primeros partidos, pero empezó a hacer agua a medida que los europeos y americanos (principalmente los brasileños) empezaron a cruzarse.
Sin ir más lejos, tanto el grupo A como el grupo B, tenían participantes provenientes de distintos países europeos. El trámite de paso rápido empezó a empantanarse desde el principio para el Porto, único equipo europeo del grupo A.
Con el empate ante el Inter Miami en el debut, y la derrota sufrida contra el Palmeiras, el equipo portugués ya estaba prácticamente eliminado antes de empatar con el Al-Ahly y sentenciar su regreso a casa tempranero, con el pase a octavos de final del Palmeiras y el Inter Miami.
Lo que nadie se esperaba, fue lo que pasó en el titulado “grupo de la muerte”. Con la presencia del campeón de Europa, París Saint Germain, y uno de los tres mejores equipos de la liga española, Atlético Madrid, todos los análisis previos aseguraron que era casi imposible que ambos equipos europeos no pasaran a la siguiente ronda.
Pero el Botafogo, compañero de grupo del PSG y el colchonero, tenía otros planes. Los brasileños pisaron firme en el grupo B, ganando su partido contra el último campeón de la Champions League, dejando afuera por diferencia de gol al equipo dirigido por Diego Simeone, y pasando a la siguiente ronda junto al PSG.
Así arrancó la jornada de ayer.
Casi todo en su lugar
Por su parte, los grupos C y D, tuvieron una definición un poco más cercana a lo esperado, pero sin que faltaran sus particulares detalles.
En el grupo C, y más allá de haber visto al mejor Boca de los últimos años en los primeros dos partidos, esto no fue suficiente para superar al Benfica o al Bayern Múnich, que terminaron pasando de grupo (como era de esperarse), eliminando al xeneize en el camino.
El grupo D, por su parte, también terminó más o menos como se esperaba, salvo quizá por la distribución del primer y segundo lugar. El Flamengo hizo eco de la hazaña del Botafogo y, tras vencer al Chelsea en la segunda fecha, pasó como líder de grupo sin haber perdido ninguno de sus partidos, acompañado por el equipo inglés como escolta.
Todavía queda medio torneo por disputarse, aunque ya estén quedando algunas cosas más claras. Si bien es altamente probable que este Mundial de Clubes lo gane un equipo de Europa, la diferencia de nivel entre los equipos regionales del viejo continente y de América (sobre todo de Brasil), no es tan grande como se pensaba.
Con estos encuentros, terminó la primer fase de grupos de la historia del nuevo Mundial de Clubes.