En una tarde plagada de emociones, y luego de una pausa de horas por alerta meteorológico, el Chelsea se impuso en el tiempo suplementario, jugando con uno más, ante un Benfica que dio todo lo que pudo dar, en el último partido de Ángel Di María en el equipo portugués.
Los candidatos a los cuartos
Luego de finalizarse el partido entre Botafogo y Palmeiras, era el turno de dos representantes de la UEFA de medirse para ver quién se enfrentaría al albiverde en los cuartos de final del Mundial de Clubes.
Por un lado, el Benfica de Portugal, viene de una temporada compleja en las competiciones europeas, y en el Mundial de Clubes tuvo que enfrentarse a Boca Juniors y el Bayern Múnich, en uno de los grupos más atractivos de la fase de liga.
Los portugueses supieron sobreponerse a Boca, alcanzando un empate tras ir perdiendo por 2 a 0, y lograron arrebatarle una victoria al Bayern Múnich. Lo que lo consagró como ganador de su grupo.
En frente, el Chelsea de Inglaterra, de presente similar al de su rival, tuvo una fase de grupos un tanto accidentada al caer en su encuentro contra el Fluminense. Pero las victorias sobre Los Ángeles FC y el Espérance Sportive de Túnez, le alcanzaron para adjudicarse el pase a octavos de final como segundo de grupo.
Un partido inolvidable
Los primeros minutos del encuentro, auguraban un partido parejo entre Benfica y Chelsea, mientras los jugadores se medían entre ellos. Poco a poco, el Chelsea empezó a tomar el control de la cancha, teniendo la primera ocasión clara de gol, un disparo de Marc Cucurella que fue despejado en la línea por el defensa Antonio Silva.
El león azul seguía oliendo sangre, y Cucurella tendría una nueva oportunidad clara de marcar pasados los 35 minutos del primer tiempo. En esta oportunidad, el arquero del Benfica, Anatoliy Trubin, despejó la pelota con una gran atajada, empezando a consolidarse como una de las figuras del encuentro.
No obstante, el control del Chelsea sobre el partido no le alcanzó para romper el cero en el marcador, y ambos equipos se fueron al descanso en medio de un empate que sabía poco para los de azul.
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Y entonces, el cielo oscureció
Al empezar el segundo tiempo, los jugadores del Chelsea volvieron a tomar el control del partido, como si los quince minutos de descanso no hubieran pasado. Lamentablemente, pasado un cuarto de hora de juego, Moisés Caicedo es amonestado por una dura falta, haciendo del ecuatoriano una baja para los cuartos de final.
Minutos después, una pelota parada ejecutada de manera espectacular por Reece James, logró vencer al hasta ahora imbatible Trubin, que pareció no esperarse un tiro directo al arco. Antes de los veinte minutos del segundo tiempo, el Chelsea ganaba 1 a 0 y se metía en los cuartos de final.
Con un ganador claro en el campo y a cuestión de minutos de terminar el encuentro, el cielo empezó a oscurecerse y se empezó a emitir un alerta meteorológico por tormentas eléctricas. El protocolo para estos casos obliga a suspender las actividades al aire libre, por lo que el partido tuvo que postergarse, faltando solo cinco minutos de juego.
Pasadas casi dos horas desde la suspensión, las nubes liberaron el cielo, lo que permitió que el partido se reanudara. Llegado el minuto 49 del segundo tiempo, el árbitro señala penal para el Benfica, que Ángel Di Maria cambia por gol, estirando el encuentro por treinta minutos más.
Finalmente, como ocurrió en el Botafogo contra Palmeiras, el partido se definió en el tiempo suplementario, el cual Benfica jugo casi en su totalidad con un hombre menos en el campo. Esto fue aprovechado por los jugadores del Chelsea, que no acusaron del todo el cansancio, y metieron tres goles en los 15 minutos del segundo tiempo suplementario.
La primera llave de cuartos de final del Mundial de Clubes está decidida. Chelsea y Palmeiras se enfrentarán en el primer encuentro entre la CONMEBOL y la CONCACAF, por los cuartos de final de este nuevo torneo.
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