El encuentro inaugural de los octavos de final del Mundial de Clubes, tuvo como protagonistas a dos potencias de la liga brasileña, en un partido de mucha fricción en la primera mitad, pero con muchos espacios para el ataque de ambos equipos durante el segundo tiempo.
Primer cruce entre brasileños en el Mundial de Clubes
Con el inicio del partido entre Botafogo y Palmeiras no solo se estrenó la fase eliminatoria del nuevo formato del Mundial de CLubes, sino que también se dio el primer encuentro entre equipos provenientes de la liga Brasileirao en la competencia.
Hasta el momento, los equipos de Brasil habían demostrado tener la capacidad de jugar al mismo nivel que los titanes europeos, manteniendo el invicto general del Brasileirao sobre la UEFA hasta la derrota del Botafogo contra el Atlético Madrid, en la última fecha de la fase de grupos, llegando a pasar por la diferencia de gol entre la estrella solitaria y el colchonero.
Los dirigidos por Renato Paiva ya habían demostrado el nivel de la liga brasileña al tener que cruzarse, también en fase de grupos, con el campeón de la Champions League, el París Saint-Germain. El actual campeón de la Libertadores dio la nota al vencer a los parisinos en uno de los resultados sorpresivos del certamen.
El albiverde, por su parte, tuvo un recorrido bastante más simple, empatando con el Porto y el Inter Miami, y superando al Al-Ahly, para pasar como primero de su grupo y conformar la primera llave de octavos de final entre equipos de Brasil.
Empate en tiempo completo
Ya desde el inicio del primer tiempo, ambos equipos evidenciaron que planeaban jugarse todo, tanto en lo físico como en lo técnico. Las intervenciones de los jugadores fueron bastante fuertes desde el inicio, lo que obligó al árbitro a iniciar con las amonestaciones desde muy temprano en el encuentro. Alexander Barbosa, del Botafogo, vió la tarjeta amarilla en el aire apenas jugados los primeros dos minutos.
El juego siguió trabado en la mitad de la cancha, con más intervenciones de los defensas de Botafogo, al punto de señalarse seis saques de esquina a favor del Palmeiras, de los ocho sancionados. Lamentablemente, no hubo jugadas de peligro para ningún bando, solo otra amarilla en el aire. Esta vez para Gustavo Gómez del Palmeiras.
En el segundo tiempo, el partido se volvió más intenso y rápido, con varias situaciones claras de gol a favor del Palmeiras, que tuvo menos la pelota en los pies pero hizo trabajar bastante más a John, el arquero de un Botafogo que no encontraba un camino de ataque, pero que tampoco sufría en exceso los ataques albiverdes.
Finalmente, tras haber jugado 90 minutos más lo adicionado, el árbitro señaló el centro de la cancha. Con empate en el tiempo reglamentario, Palmeiras y Botafogo debieron jugar el alargue.
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Alargue
El comienzo del tiempo suplementario fue casi completamente opuesto a lo que se vieron en los 90 minutos reglamentarios. Botafogo empezó a encontrar su juego, encerrando al Palmeiras alrededor de su área, pero sin generar un peligro real.
Después de unos minutos de control del Botafogo, el Palmeiras vuelve a encontrar el juego que sostuvo durante todo el partido. Con los rivales cansados, empiezan a aparecer los espacios para destellos de habilidad individual.
Paulo Sampaio Filho, aprovechó el cansancio de la defensa del Botafogo, dejando atrás a dos jugadores con una magnífica jugada individual, pateó al arco y la pelota entró tocando el palo derecho del arquero, luego de un desvío en Alexander Barbosa, y adelantando al Palmeiras en el marcador, a los nueve minutos del primer tiempo suplementario.
Aunque el Botafogo despertó en el segundo tiempo suplementario, esto no fue suficiente para empatar el partido. Quedando como ganador y primer clasificado a cuartos de final, el Palmeiras.
Ahora la albiverde descansará y observará tranquilamente el Benfica contra Chelsea, para saber contra quién se enfrentará en la siguiente ronda.
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