El Fondo Monetario Internacional (FMI) hizo saltar las alarmas recientemente al confirmar un acuerdo con Argentina por USD 20 000 millones. Corresponde a un programa de 48 meses bajo el manto del Servicio Ampliado del Fondo (SAF). Por su parte, el Gobierno argentino se compromete a consolidar el superávit, flexibilizar el régimen cambiario y profundizar en las reformas estructurales. Los USD 20 000 millones equivalen al 479% de la cuota del país frente al organismo.
La medida anunciada habilitó el desembolso inmediato de USD 12 000 millones (que ya llegó bajo estos términos), con una primera revisión del programa planeada para junio de este año, junto con un abono adicional de alrededor de USD 2000 millones. Dicho programa fue demandado por las figuras de autoridad de Argentina como parte de una nueva etapa en su plan de estabilización económica y estructural. La confirmación final llegó tras una conferencia de prensa otorgada por Luis Caputo, ministro de Economía, quien anunció la culminación del cepo al dólar y el establecimiento de un nuevo esquema cambiario.
El nuevo programa del FMI con Argentina se cimenta sobre tres ejes esenciales: mantener un ancla fiscal fuerte (con el compromiso de déficit cero y mejoras en los gastos), vivir una transición hacia un régimen cambiario y monetario más consolidado (con una flexibilidad mayor en el tipo de cambio, metas monetarias más exigentes y un plan progresivo de descarte de restricciones cambiarios distorsivas) y el impuesto de reformas estructurales (sobre todo en lo que concierne a la desregulación de sectores clave).
Objetivos del FMI en su último acuerdo con Argentina
El FMI puntualizó que el nuevo acuerdo con Argentina también ansía activar el financiamiento adicional de organismos bilaterales (es el caso del Banco Mundial y el BID), además de fuentes bilaterales. Sumado a esto, se espera que el apoyo económico aportado por el FMI sea útil para facilitar el retorno de Argentina al mercado internacional de capitales.
Siguiendo esta línea, el acuerdo incorpora la inclusión de planes de contingencia frente a potenciales shocks externos, una comunicación clara y permanente con la sociedad. Para el organismo, extender el apoyo político y social al programa es vital para que se sostenga a medio plazo.
Antigua figura de ANSES opina sobre Argentina y el FMI
Antes de que Argentina y el FMI cerraran su último acuerdo, Diego Bossio, director ejecutivo de ANSES entre 2009 y 2015, tuvo una entrevista con El Economista, instancia en la que opinó sobre este asunto (reiteramos, antes de que el acuerdo se alcanzara). “Si realmente estuviéramos tan bien, los gobiernos no tendrían que recurrir al FMI. Recurrir al FMI es, en esencia, un signo de que no se logró acumular reservas ni recuperar la confianza, ni de los propios argentinos ni de los mercados”, manifestó.
Y prosiguió: “El hecho de volver al FMI, necesitar recuperar reservas y tener que pedir prestado es una señal clara: se recurrió al prestamista de última instancia, lo que representa una medida de emergencia, el último recurso cuando ya no hay otra alternativa”.
El extitular de ANSES volvió a opinar sobre el acuerdo del FMI
Tras el acuerdo alcanzado por el FMI, Diego Bossio volvió a emitir su parecer, esta vez de la mano de Radio Splendid. Expresó que “no es momento para festejar nada”, puesto que “la devaluación de un 12%” del tipo de cambio oficial “va a generar más recesión”.
Según su punto de vista, el acuerdo “es una claudicación, una demostración del fracaso de la política que se llevaba a cabo hasta hace unos meses”. “Hay que ser sumamente cautelosos, es un momento difícil, el consumo está muy por debajo de hace unos años atrás. El salario cayó casi 18% en términos reales en los últimos 15 meses”, matizó.
Cabe destacar que las promesas de ajustes a las que se ha adherido el país, como la mejora en la calidad de los gastos, se están viendo en algunas de las decisiones que afectan a los beneficiarios ANSES. Es el caso del bono de $70 000 de los jubilados que lleva congelado más de un año.