El desastroso apagón de Chile dejó a millones de personas sin luz eléctrica. Las causas señalan que podría replicarse en Argentina.
El desperfecto
Este martes 25 de febrero, alrededor de las 15:16 horas casi todo el país chileno quedó a oscuras. Acorde a los registros, este gran apagón se extendió desde Arica, ubicada a la altura de Bolivia, hasta la región de Los Lagos, a la altura de El Bolsón, provincia de Chubut, en Argentina.
Debido a su magnitud, produjo graves problemas. Afectó al transporte, las telecomunicaciones y el funcionamiento de los comercios. En plena ola de calor, muchas personas debieron aventurarse y regresar caminando a sus casas por el cierre del metro y al colapso de los colectivos.
Frente a este caos generalizado, el Gobierno decretó rápidamente el estado de excepción y el toque de queda. Es decir, que considerando las circunstancias excepcionales se prohibió el tránsito o permanencia en las calles de una ciudad. Sin embargo, la incertidumbre en la población continuó hasta largas horas de la noche.
Se trata del mayor apagón registrado en el país en los últimos años. El anterior, tuvo lugar en el año 2010 a raíz del gran terremoto que afectó a distintas zonas. Esta situación pone en escena la fragilidad del sistema, ya que el motivo del apagón no se trató de un siniestro de la naturaleza, o una situación de fuerza mayor, sino de una simple desconexión.
Fuentes oficiales explicaron que el apagón se debió a una desconexión particular en una línea de 500 kV, la que tiene mayor capacidad en el sistema, en la zona entre Vallenar y Coquimbo. Esto es propiedad de la empresa privada de origen colombiano ISA Interchile. Los sistemas de protección y control de la línea no funcionaron correctamente de manera que se provocó una reacción en cadena que dejó sin electricidad a millones de personas.
¿Por qué en Argentina causa estupor?
En Chile, los servicios de electricidad se encuentran privatizados desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) mientras que el Estado acompañaría con una función reguladora y fiscalizadora. Actualmente, se encuentra organizado en tres sistemas de interconexión, el llamado Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que suministra al 98 % de la población. Los otros dos son el sistema de Aysén (SEA) y el Sistema de Magallanes (SEM). El que abarca casi la totalidad del país fue el que falló el martes y no se trataría de un caso aislado.
En febrero y marzo de 2010, en septiembre de 2011, e incluso hace seis meses, se registraron apagones importantes que también sorprendieron a Chile. Si bien no fueron tan grandes como este último, estos episodios exponen la fragilidad del país en un sector estratégico como la energía. Además, señala la falta de inversión del sector privado para el mantenimiento necesario de la infraestructura. Y en este sentido, nuestro país no está muy lejos de la realidad chilena.
El presidente Gabriel Boric responsabilizó al sector privado directamente por lo sucedido y la falta de respuesta inmediata. “La situación debió haber estado regularizada mucho más temprano”, remarcó. Por otro lado, teniendo en cuenta el rumbo planteado en Argentina, con la predilección por el sector privado donde los servicios básicos como la electricidad se privatizarían, el panorama chileno podría reproducirse.
El futuro de la energía
Hacia la medianoche algunas zonas comenzaron a recuperar la energía de manera gradual y se fue normalizando la situación. De igual manera se espera que en los próximos días se brinde un informe con detalles sobre los motivos y, en caso de aplicarse, las sanciones que corresponderían a los responsables.
Por su parte, Boric, remarcó las graves consecuencias de lo ocurrido: “Lo ocurrido hoy nos indigna, porque no es tolerable que por responsabilidad de una o varias empresas se afecte la vida cotidiana de millones de chilenos y chilenas, y por lo tanto, es deber del Estado de Chile hacer valer esas responsabilidades”.
La novedad del super apagón sorprendió a todos y Argentina no está exenta de un desastre semejante.La energía de las naciones es considerada un sector clave ya que permite el funcionamiento básico del país. Debido a esto, es importante que se mantenga con una infraestructura en funcionamiento acorde a la demanda y que el Estado lo asegure, ya sea controlando al privado o tomando las responsabilidades. Tanto Chile como Argentina deben prepararse para poder enfrentar los desafíos que se vienen.