Arabia Saudita es reconocido por ser uno de los países más ricos en petróleo. De hecho, en su territorio se reúnen las reservas probadas de petróleo, consideradas las segundas más grandes del mundo. Aunque también cuenta con otros recursos naturales que produce y exporta como el cobre. Durante los últimos años, debido a su riqueza y en búsqueda de diversificar su economía también fue protagonista de proyectos extravagantes como la megaciudad NEOM, con una estructura lineal que incluye dos edificios paralelos de 500 metros de altura, o el intento de hacer llover en el desierto. Argentina parece estar muy lejos de esto, pero algunos no están de acuerdo.
Una posible lluvia millonaria
En el contexto actual resulta difícil imaginar una lluvia de millones que ubiquen al país argentino en una posición similar a la de Arabia Saudita en el mundo. Sobre todo, si se tiene en cuenta además de los matices particulares de la economía local con la caída del consumo y la inestabilidad social, también el contexto actual a nivel global. Es decir, el alto grado de incertidumbre a partir de la caída de los mercados reciente con el ataque tarifario de Trump.
En este escenario económico global incierto, hay quienes señalan que la Argentina tiene todo para dar un gran salto y volverse rica. ¿Cómo? Una vez más, la clave está en la riqueza de sus recursos naturales que reúne dentro de la extensión de su territorio. En este caso, en dos provincias particulares. Aseguran que esta explotación podría revolucionar el mercado del mundo y del país con una lluvia millonaria.
Se trata de cinco proyectos repartidos entre la provincia de Salta y San Juan. Una consultora internacional, CRU asegura que estos cinco representan una oportunidad única para la Argentina. Dado que podrían poner de cabeza a la región posicionando al país como un actor emergente en la minería de cobre, por encima de otros países. Además, estiman que podría brindar resultados estimados por el valor de 47 000 millones de dólares hasta 2040.
La etapa inicial antes de la lluvia
Según los especialistas, el potencial es enorme. Se espera que con los proyectos: El Pachón, Los Azules, Josemaría, Taca Taca y MARA se logre alcanzar la ansiada lluvia de dólares en 15 años. Sin embargo, advierten que este proceso todavía se encontraría en una etapa inicial en la industria minera del cobre. Esto se debe a que históricamente existió la dificultades y riesgos regulatorios que han limitado el interés de las grandes a compañías internacionales.
El informe que dejó en shock a los argentinos revela que el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) resulta clave para la mejora del posicionamiento del país en la región, que lo ubica por encima de Chile y Perú. Esto se debe a que el diseño del RIGI busca atraer grandes inversiones, ofreciendo una gran competitividad fiscal en contraste con los otros países de la región.
El RIGI la clave para el impulso de estos proyectos
En este marco, el RIGI resulta fundamental como un mecanismo ideal para impulsar estos proyector y revertir esta tendencia histórica. Por ejemplo, uno de los puntos de este régimen favorece a los empresarios con la reducción del Impuesto a las Ganancias al 25% (desde el 35%) durante 30 años, otorgando mayor previsibilidad a los inversores. Con esto se busca brindar confianza para atrapar inversiones a largo plazo.
Por otra parte, expertos subrayan que este incentivo resulta muy valioso pero no es suficiente por sí solo. Es decir, si bien demuestra compromiso con la atracción de inversiones esto se tiene que mantener en otras áreas para acompañar el desarrollo en escala de esto proyectos. Sin dudas, estos proyectos que sorprenden al mundo pueden ser sólo el principio de una gran lluvia de dólares. Sin embargo no hay que perder de vista un enfoque integral que cuide tanto de la rentabilidad de las inversiones como del medioambiente y los habitantes de la zona.