La ambición de las potencias mundiales está a punto de escalar todavía un poco más arriba, con la decisión que tomaron varias de ellas. De esta forma, la famosa carrera científica retoma su carácter espacial para posicionar a China y Rusia como las dos que quieren regresar a la Luna cuanto antes, pero de una manera más que cuestionable. Motivos sobran para querer alunizar y tomar control de este lugar, pero lo cierto es que hay varias directrices que no cuadran con lo establecido en el planeta tierra.
China, Estados Unidos y Rusia al mando
Tanto China, Estados Unidos como Rusia, durante largas décadas, han decidido invertir en infraestructura para viajar al espacio y conseguir ser líderes en las expediciones, ya sea para Marte, la Luna o la órbita de la Tierra. Pero ahora, con el contexto energético, el motivo principal parece ser otro y el objetivo está más que claro para dos de estos países. Aunque chocarán con los planes de Estados Unidos, los rusos y chinos han decidido dar el paso al frente.
Direccionando su intención a alunizar permanentemente, como también ocupando un lugar en el espacio cislunar, el poderío tecnológico de Rusia y China será clave para controlar todo el territorio. Sin dudas el paso que pone en riesgo el futuro del planeta ya tiene sus investigaciones científicas al respecto, con los mandatarios decididos a dar el paso final. Oficialmente, los dos países ya dejaron en claro los pasos a seguir.
Conquistar la Luna con un claro objetivo
Se trata de la confirmación de la construcción de un reactor nuclear en la superficie lunar, pero con el objetivo de ampliarla a gran escala en un futuro próximo. La fecha de este proyecto tendría como límite mediados de 2028, siendo así un acelerado desarrollo tecnológico para brindar energía nuclear desde fuera de la órbita terrestre. Aunque parezca descabellado, los expertos en la industria creen que este será el futuro soñado para ellos.
Y es que, en la superficie lunar, los recursos valiosos son tales que, a partir de la creación del reactor, podrán tanto China como Rusia proyectar una central nuclear que sea suministrada de energía nuclear por esta misma infraestructura. El nombre de la misión es Chang’e-8, y tiene como objetivo principal establecer el poderío chino y ruso en la superficie de este planeta.
Si bien la oficialización por el Gobierno chino no está dada, uno de los ingenieros chinos, Pei Zhaoyu, ya confirmó los avances en la cuestión de la autosustentable Estación Internacional de Investigación Lunar, donde Rusia y China potenciarán su poderío. Con esto, queda esperar qué pasos tomará Estados Unidos y la comunidad internacional para rechazar o avalar una travesía que pocos imaginaban a esta altura de la historia.
Detalles de la misión
A través del uranio, Chang’e-8 pondrá en marcha su hazaña para, con gran peligro, plantar bandera en la Luna en 2028. Y es que esta energía será clave para alimentar al reactor en su inicio, como también mantener una temperatura óptima para su operación correcta. La colaboración entre China y Rusia tiene mucho que ver con, además de la relación entre Putin y Xi Jinping, el potencial energético de los rusos y los avances tecnológicos de los chinos.
Si bien no queda claro el futuro del proyecto, además de tener establecida una fecha, las intenciones de asentarse en la Luna y comenzar la expedición en búsqueda de minerales y recursos raros que no están presentes en la Tierra ya es una realidad. Lo que resta saber también tiene que ver con el rol de Estados Unidos que, hasta donde se sabe, planea su propia expedición lunar con el programa Artemis. Trump seguramente sorprenderá con otro anuncio pronto.