Un preocupante episodio tuvo lugar en Argentina durante los últimos meses y levanta sospechas cruzadas en el sur del país. El hecho enciende alarmas que parecían difícil de percibirse a pesar de las advertencias que se postulan en cada uno de estos casos. Si bien la energía es fundamental para la vida en sociedad y el desarrollo cotidiano de cada persona, hay cuidados que fueron omitidos y traen consecuencias graves alrededor del combustible fósil.
Argentina en la mira por un grave caso
La profundización en la matriz energética por Vaca Muerta y los yacimientos de la zona pusieron a Argentina como uno de los referentes en la materia de minería. Ya sea para conseguir minerales como para aprovechar recursos naturales tan importantes como la energía negra o petróleo. A pesar de las precauciones tomadas y los riesgos ambientales que se trae, la falta de protocolo, el gobierno parece ser el mayor responsable de este grave caso.
Todo tuvo lugar en la provincia de Santa Cruz y, principalmente, perjudica a la vida de los vecinos de la comunidad, no tanto así a lo ambiental. Más allá de los ruidos, la consecuencia en la emisión de gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono en el aire, el uso de agua potable para su proceso o la falta de educación en los trabajos en yacimientos petrolíferos, el episodio de escape o derrame perjudica directamente a la salud de varias personas.
Una fuga que genera enojos y sospechas
Todo se trata de un caso sucedido en Las Heras, en la provincia de Santa Cruz, donde la población vio alterado su día a día debido a intoxicaciones debido a una fuga que surgió del suelo. Con una mezcla de gas sulfhídrico, petróleo y agua, el territorio vio un gran estallido y una fuga constante de líquido por los aires. El caño roto parecía ser un problema más de la falla en el mantenimiento, pero las consecuencias fueron más profundas.
Y es que, el derrame o fallas en la producción de este ducto de hidrocarburos en Las Heras trajo como resultado la internación de ocho personas por estar en contacto con fragmentos tóxicos. El cráter que se formó en el suelo de la ciudad parecía ser inofensivo, pero se trata de la mala operación de las empresas y la falta de regulación estatal.
Según informan los expertos, el incidente se dio por falta de mantenimiento de las instalaciones del acueducto que conecta Las Heras y Los Perales, dejando expuestas las sustancias químicas al aire libre. Cabe recordar que este tipo de situaciones parecían ajenas en Argentina, pero la energía del petróleo no será una excepción si las condiciones no están dadas para su correcto desarrollo en la industria.
La exposición directa a este tipo de fugas o fallas traen riesgo en la piel, el sistema respiratorio y en la salud reproductiva de las personas. Al tratarse de productos químicos sin procesar, su contenido peligroso es todavía mayor. Las autoridades de Santa Cruz ya se pusieron manos a la obra para solucionar lo que afectó al territorio en particular. También, los afectados y desalojados por peligrosidad en la zona, recibieron un nuevo albergue transitorio.
Prevención para Argentina
En Argentina, el gobierno debería profundizar en la regulación y la supervisión de este tipo de actividades en la industria petrolífera. Si bien los réditos económicos son envidiables, el cuidado del medioambiente como el de la población deben estar aferrados a una normativa pública que sea aplicable en cualquier contexto. Ya sea para la seguridad de los trabajadores que están día a día expuestos a esta energía negra, como para las comunidades de la zona.
El gas sulfhídrico dejó a varios barrios desalojados y la fuga, por más pequeña que sea, trae problemas de salud de al menos 8 personas. Además de perjudicar la integridad de varios pobladores, la contaminación de miles de litros de agua potable está siendo evaluada por posible contacto con este recurso alterado químicamente. La intervención del gobierno, con prevenciones para evitar situaciones similares, debería estar asegurada.