En un mundo que demanda cada día más energía, Argentina tiene mucho para ofrecer. Después del apagón eléctrico europeo que afectó concretamente a España, Portugal y la región del sur de Francia el pasado 28 de abril. La falta de suministro se produjo durante casi 10 horas y afectó a millones de personas que se quedaron sin luz. Se trató del peor apagón de la historia reciente de España y además, afectó servicios esenciales como el transporte público y las comunicaciones. Este terrible escenario es solo un ejemplo posible de un sistema energético insuficiente. Pero la solución podría estar más cerca de lo que pensamos.
El futuro de la energía: made in Argentina
Científicos de todo el mundo coinciden en que el futuro de la energía tiene que ver con las fuentes de energías renovables, o al menos aquellas que colaboren con un bajo impacto ambiental y que favorezcan el camino hacia la transición energética. Además, teniendo en cuenta el contexto actual, con una demanda global de energía que va en aumento.
Por su parte, la Argentina tiene Vaca Muerta que constituye una de las reservas de hidrocarburos más importantes y que resulta fundamental para la futura economía energética del país. Representa la segunda reserva no convencional de gas natural y la cuarta de petróleo del mundo. Se trata de un valiosísimo yacimiento y el país cuenta con la oportunidad de aprovechar sus recursos para hasta la transición energética.
Pero esta noticia sorprendió a todos. El protagonista es el gas natural licuado (GNL) de Vaca Muerta. Si bien no es una fuente renovable se considera más limpia que otros combustibles fósiles. Se trata de un millonario proyecto que se encuentra recién en la primera fase pero que se proyecta que podría alcanzar un nivel de exportaciones a partir de finales de 2028 por 27 millones de metros cúbicos de gas. Los argentinos no lo pueden creer.
La industria energética en movimiento
El GNL se considera una fuente de energía más limpia que otros combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, y se utiliza especialmente como combustible de transición hacia energías renovables. Este proyecto argentino que planifica su desarrollo en el país acaba de ingresar al RIGI y sumará un segundo barco para exportar gas. Esto representa un gran movimiento en la industria energética del país y una promesa de gran riqueza para la Argentina.
Con una inversión inicial de USD 7000 millones en un horizonte de 20 años, este innovador proyecto apunta al desarrollo de la energía pensada en gran escala. El consorcio Southern Energy, que reúne a las principales petroleras locales, avanzó con la decisión final de inversión (FID) para la instalación del “Hilli Episeyo”. Esto incluye todas las instancias de la cadena de valor del GNL y permitirá escalar otras inversiones complementarias en la Cuenca Neuquina.
Por su parte, la Secretaría de Energía de la Nación asombró a todos con su autorización que significó un gran acontecimiento normativo dadas sus características sin precedentes. Esto representa un hito en la historia debido al particular volumen y el plazo contemplado. Se trata de una insólita autorización para la explotación GNL de manera completamente libre durante un período de 30 años.
Una gran apuesta al mercado global
Todo este movimiento representa un nuevo esquema productivo pensado para lograr un fuerte impulso de las exportaciones que tanto faltan en la matriz comercial del país. Esta gran apuesta por el mercado global también significa un gran movimiento a nivel local. Ya que generarán empleo, desarrollo y demanda de proveedores locales, además, introducirán nuevos procesos productivos y tecnológicos.
La compañía confirmó que el proceso de construcción del buque MKII avanza según los plazos previstos y su arribo a la Argentina se estima para 2028. Mientras que, en el país, continúan las tareas de preparación para la recepción del “Hilli Episeyo”. Con este gran despliegue, la Argentina se encuentra muy bien posicionada con un alto nivel de competitividad en un mercado global donde el GNL podría revolucionar el mundo de la energía. Dado que resulta un insumo esencial para la transición energética. Este gran paso podría ser solo el principio.