Argentina podría perder todo su hidrógeno tras el último descubrimiento en Europa. Un informe del Instituto Fraunhofer de Economía Energética y Tecnología de Sistemas Energéticos se focalizó en el estudio de los impactos económicos en el sistema energético de Europa del ingreso de la generación de hidrógeno en alta mar.
El análisis determina la ampliación del objetivo germano de construir 70 GW de energía eólica marina y estudia los efectos económicos de permitir la producción de hidrógeno en alta mar en dos islas energéticas conectadas con 10 GW de energía eólica marina cada una. Esto comparándolo con un contexto donde toda la electricidad de los parques eólicos marinos se lleva a tierra y puede usarse dentro del mercado de la energía de Alemania sin mayores restricciones.
La conclusión de este análisis es que Alemania puede conseguir un ahorro anual de hasta 4300 millones de euros asentando producción de hidrógeno en alta mar en dos islas energéticas. Estos espacios coronados con energía disponen de una conexión limitada a la red eléctrica y se encuentran localizadas a alrededor de 150 kilómetros de la costa en el área económica alemana del Mar del Norte.
Lo que está pasando en Europa puede dejar a Argentina sin hidrógeno
El ahorro mencionado tiene su razón de ser especialmente en la disminución de los costes de construcción de la red, sobre todo de los cables desde la costa hasta el centro de Alemania, además de un mayor empleo de los cables HVDC. Adicionalmente, el informe advierte que producir hidrógeno en alta mar es más eficiente que su generación en tierra.
La razón es que la elaboración de hidrógeno situada cerca de una fuente de energía renovable acota la pérdida de energía y las inversiones en largas rutas de transporte de electricidad. Este escenario podría poner en duda el futuro del hidrógeno en Argentina, un país que se ha convertido en la única salvación de Europa frente a Trump gracias a su suministro de hidrógeno.
Pero el ahorro del futuro sistema energético alemán no es lo único que posiciona a Europa en el centro de la escena. El Viejo Continente acaba de lanzar al mar una isla artificial que podría cambiar todo lo que conocemos sobre el sector energético europeo. Creada para originar hidrógeno verde, esta iniciativa podría brindar abastecimiento a medio continente y sentar las bases de una nueva era.
Europa encuentra un tesoro bajo el mar: Argentina comienza a quedar en segundo plano
La isla se fundó bajo el nombre de BrintØ y se ubicará en Dogger Bank, en el Mar del Norte. Su razón de ser es generar hidrógeno verde a gran escala. Para cumplir su propósito, usará 10 GW de energía eólica marina, transformándola en un eslabón clave para la transición energética europea. Esta iniciativa tiene su origen en la “Declaración de Esbjerg”, un acuerdo firmado en 2022 entre Dinamarca, Alemania, Bélgica y Países Bajos, que enfatiza el compromiso de aprovechar el potencial energético del Mar del Norte.
Pronostican que BrintØ será la primera de muchas islas energéticas que brindarán suministro a Europa con hidrógeno verde para aplicar en camiones, barcos y aviones. Siguiendo esta línea, su ubicación estratégica permitirá exportar hidrógeno verde a Alemania, Países Bajos y Bélgica por medio de tuberías submarinas de 275 kilómetros, asegurando un abastecimiento continuo a países clave.
Europa avanza en la producción de hidrógeno y desplaza a Argentina
La generación de hidrógeno en estas islas artificiales no solo garantiza un ahorro considerable de hasta 4300 millones de euros al año para el sistema de energía alemán. También contribuye a bajar la huella de carbono en Europa. Al evitar el levantamiento de amplias redes eléctricas en tierra, los costos se aminoran, así como el impacto ambiental.
BrintØ marca el inicio de una nueva era en la producción de energía sostenible. Si su creación resulta satisfactoria, se replicarán más islas energéticas en el Mar del Norte, afianzando el abastecimiento de hidrógeno verde para Europa y fortificando su puesto como referente mundial. Argentina podría perder todo el hidrógeno que le prometió a Europa ante la crisis rusa porque el Viejo Continente pasaría a obtenerlo por sí mismo con este modelo.