El mundo reclama cada vez más energía. Por el esto, científicos de todo el planeta trabajan en el desarrollo de proyectos en búsqueda de fuentes. En esta exploración la energías renovables son las favoritas. Esto se debe a que resultan fundamentales para poder pensar un futuro sostenible, ofreciendo una alternativa limpia, respetuosa con el medioambiente frente a los combustibles fósiles contaminantes. Argentina, por su parte, no es la excepción y está a punto de hacer historia. Una fuente inagotable se encuentra bajo su territorio y sería la clave para la energía del futuro.
Una poderosa energía bajo nuestros pies
El centro de la Tierra se encuentra muy lejos bajo nuestros pies. Su principal característica es su calor que se regenera de manera constante. El proceso mediante el cual se puede aprovechar este calor para producir energía se llama geotermia. Se puede utilizar para producir electricidad o calefacción, incluso en algunos casos, el agua utilizada puede reinyectarse al subsuelo para mantener la sostenibilidad del recurso.
De hecho esta energía es reconocida especialmente por su éxito en países como Islandia que es líder mundial en geotérmica. Las características particulares de su territorio, con una abundante actividad volcánica y fuentes termales del país, favorecen especialmente este desarrollo. Si bien Argentina presenta una geografía diferente, cuenta con un potencial enorme y esta podría ser una oportunidad clave para su futuro.
Expertos aseguran que el territorio argentino cuenta con escenarios privilegiados para el desarrollo de esta explotación. Especialmente en la provincia de Catamarca, que tiene volcanes y múltiples campos geotermales, pero también en provincias como Salta, Jujuy, Neuquén, Mendoza y La Rioja. Este avance podría significar una gran fuente de riqueza atrayendo inversiones por US$ 6000 millones y sería clave para el futuro del país.
¿Por qué es importante esta energía para la Argentina?
El desarrollo de esta energía sorprendió a todos. No se trata sólo de miles de millones de dólares, sino también podría representar una enorme solución para las deficiencias energéticas con las que ya cuenta el país. Además, es una energía renovable y limpia, lo que significa un progreso indiscutible hacia la deseada transición energética del país. Se trata de una oportunidad única para el desarrollo económico y la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles.
Además, esta energía se destaca por sobre otras renovables como la solar o la eólica, por ser estable y continua. Dado que la producción no se detiene nunca, mientras que las otras se ven interrumpidas en los períodos sin luz solar, como días nublados o durante la noche, y los momentos donde no se registra viento. Debido a esto la energía geotérmica resulta una opción más confiable.
Hacia un futuro prometedor
Según los registros, al momento existen 7 proyectos en marcha en el país con un potencial de 300 MW. En el Volcán Domuyo, en Neuquén se lleva adelante un importante proyecto que tiene un potencial de hasta 100 MW. Mientras que, también dentro de la provincia de Neuquén, también avanza el del Volcán Copahue, uno de los más avanzados que en su primera fase podría generar 30 MW.
Si bien las oportunidades son enormes existen importantes desafíos para su desarrollo. Uno de los principales se relaciona elevado costo inicial para la exploración y perforación lo que ha limitado a lo largo del tiempo la participación de inversores privados. En este sentido el Servicio Geológico Minero Argentino (Segemar) viene trabajando en estudios que favorece la reducción de riesgos asociado con este tipo de inversiones además del RIGI.
Lo especialistas aseguran que Argentina podría ocupar el primer puesto en Sudamérica por los registros geotérmicos que existen. Esta afirmación dejó en shock a los argentinos. Esta poderosa energía que no depende de condiciones climáticas sería la clave hacia un futuro prometedor. De hecho ya se encuentra en pleno desarrollo con proyectos en marcha. Sin embargo todavía faltan mayores inversiones que apuesten a una verdadera expansión del sector. Esperemos que Argentina no deje pasar esta gran oportunidad hacia la sostenibilidad energética.