Hemos visto a Argentina movilizada en varias oportunidades debido a los recursos disponibles en su territorio, especialmente por hidrógeno y geotermia. Sin embargo, esta vez, el país está convulsionado por el ascenso de la energía del milenio. De hecho, Argentina no es el único territorio que tiembla ante la irrupción de este recurso, un mineral discreto, pero indispensable dado el contexto actual. Cabe recordar que la tecnología forma una parte importante de nuestra vida, por no decir imprescindible.
Un gran número de personas lo tendría difícil para realizar sus labores diarias si no contara con una batería para su smartphone o para movilizarse sin la batería de su coche eléctrico. Antes de que estos objetos lleguen a fabricarse como tal, diversas empresas dedicadas a la minería necesitan extraer los materiales utilizados en su montaje. Ahí radica la importancia de la “energía del milenio” que mencionamos.
Sus beneficios con muchos, al igual que sus aplicaciones. Algunos la usan para aportar ligereza a los aviones, otros para dar robustez a las baterías y otros incluso en tratamientos médicos. Su sola presencia en el mundo está transformando el escenario geopolítico y la economía mundial. ¿Todavía no has descubierto del material que te hablamos? Es el litio, también conocido como el oro blanco del siglo XXI.
Argentina, convulsionada por lo que está pasando con su energía del futuro
Recientemente, se supo que Rio Tinto completó su adquisición de la filial Arcadium Lithium, el más grande productor de litio de Argentina. La culminación de esta operación marca un hito notable para Arcadium Lithium, que ha sabido establecerse como un actor clave dentro del mercado del litio, produciendo ingresos anuales de 1010 millones de dólares, con un margen de beneficio neto del 28,64%, según registra el portal Investing.
La compañía dispone de una estructura verticalmente integrada con diferentes actividades vigentes, como la extracción directa de litio, minería de roca dura, extracción de salmuera y fabricación de artículos químicos de litio. Su presencia en Argentina, Australia, Canadá, China, Japón, Reino Unido y Estados Unidos diversifica el dominio de litio, a menudo adjudicado únicamente a China, donde se lo está encontrando incluso en desiertos.
Historia del mayor productor de litio de Argentina
La formación de Arcadium Lithium tuvo lugar en enero de 2024, a raíz de la fusión entre Livent y Allkem. Su genealogía y operatividad en Argentina tiene su origen hace más de 30 años, concretamente en 1992, cuando comenzó la construcción de Fénix, la más grande y antigua operación litífera del país, en el Salar del Hombre Muerto, en Catamarca, territorio cercano a la frontera con Salta.
Allá, a más de 4000 metros sobre el nivel del mar, la compañía genera carbonato de litio para firmas como BMW, Tesla, GM, Panasonic y LG, entre otras. El cloruro de litio lo crea en una planta dispuesta en Güemes, Salta. “A pesar de las desafiantes condiciones del mercado en 2024 (un año de precios muy bajos), la compañía alcanzó una producción récord en Argentina y logró avances significativos en proyectos de expansión y ramp-up (aumento del nivel de producción) clave”.
“Arcadium Lithium se encuentra en una buena posición para seguir construyendo sobre estos logros mientras se prepara para formar parte de Rio Tinto”, reza un comunicado de la empresa.
Punto en el que se encuentra el mayor productor de litio de Argentina
La compañía tuvo grandes logros en 2024 que marcan su presente en Argentina. El primero fue un aumento del 20% interanual en el mix de la producción de Fénix (Catamarca) y Olaroz (Jujuy) y el segundo un récord de 44 115 toneladas de carbonato de litio y 4541 toneladas de cloruro de litio. A estos puntos debemos sumar la culminación de la expansión Fénix 1A en Catamarca, con un ramp-up cercano a la capacidad nominal de 10 000 toneladas anuales.
Asimismo, anotó avances considerables en el proyecto Sal de Vida en Catamarca y preparó una posible reanudación ágil de Fénix 1B. Por último, debemos tener en cuenta el comienzo de Olaroz II en Jujuy, con niveles de producción y calidad importantes. Sumado a esto, sigue el ramp-up para lograr una capacidad nominal de 25 000 toneladas al año.
Con estos hitos, queda demostrado que Argentina está más que movilizada por la energía del milenio. Algo que podría seguir intensificándose con la instauración del RIGI, que ya concentra proyectos en minería y energía que superan los USD 12 000 millones.