Nada más importante en esta época que ahondar en descubrir nuevas fuentes de energía que sirvan para el futuro inmediato. Desde Argentina, un hallazgo en particular vincula a todos los países que están siendo consideradas como las potencias de los próximos años. Yendo hacia la transición energética y con un rumbo marcado, el giro rotundo se confirma a través de la solución menos esperada, que será una sin límite alguno. Es decir, será una solución energética infinita. Llevando a Argentina a un lugar común para los países del primer mundo.
Nueva revelación en la energía
Las energías renovables más aprovechadas en estos tiempos son la eólica y, sobre todo, la solar. Pero, si bien en Argentina la situación climatológica ayuda en la mayoría del territorio y en casi todo el año, surge una nueva alternativa que pocos aprovecharon. Si bien el nivel de la matriz industrial de esta nueva fuente de energía es todavía un desafío, hay otros países que pusieron en marcha el plan. Trayendo así a Argentina a un primer plano.
Con un potencial de hasta 300 MW según los planes actuales, pero sin contemplar los futuros, Argentina tiene en sus manos la energía alternativa para conectarse sin límites. Los proyectos no dependerán de la temperatura, de lluvias, de vientos o el propio sol. Tampoco afectarán al medioambiente con la generación de gases de efecto invernadero, contaminando el aire con dióxido de carbono.
La tecnología del futuro
Se trata de la geotermia, una flamante alternativa entre las opciones de energía renovable que puede conectar a todos los países por igual. Y esto se da por un simple y sensato motivo: todos los países tienen la posibilidad de extraer el calor del centro del planeta. Tras varias capas en el interior de la Tierra, los expertos encontraron la manera de aprovechar el agua y vapor que, por el calor interno, servirán para producir energía y electricidad.
A pesar de la reciente popularidad que adquirió, países como Islandia, o la propia Rusia, vanguardista en esta energía renovable con un proyecto datado de 1989 y que se considera como el más profundo hasta la fecha, con unos 12 mil metros de profundidad, quieren hacerse con un mercado poco explotado. Argentina, por su parte, tiene la chance de acelerar los proyectos. Hasta el momento, tiene 7 en marca para la geotermia.
El futuro de esta técnica de la extracción de energía geotérmica, o más conocida como geotermia, abarca grandes desafíos que complican el desarrollo pronto de la tecnología. No obstante, Argentina tiene una ventaja considerable comparando a otros países. Su gran superficie marítima permite que el objetivo a explorar en los lechos marinos sea todavía más amplio. Tras excavar en estas zonas, la electricidad potencial a producir es más alta.
Argentina emprende el camino
Actualmente, con 300 MW de energía por producir con los proyectos que existen en el territorio argentino, la geotermia está presente en la zona sur del país. En Neuquén precisamente se encuentra el corazón de los proyectos de energía geotérmica. El Volcán Copahue, el Volcán Domuyo y otros más ubicados en la Patagonia, como en el Cuyo, son los más importantes que tienen, individualmente, potencial de hasta 100 MW.
Lo cierto es que, a pesar de la puesta en marcha de esta energía que une a todos los países por su base subterránea común, los costos de inversión necesarios para ahondar en la nueva tecnología de esta hallada energía renovable son altos. Así, explorar las fuentes en donde el agua y el vapor generarán miles de MW de energía están un poco fuera del alcance de muchas empresas que buscan la alternativa ideal.
Sin embargo, el propio SEGEMAR, Servicio Geológico Minero Argentino, quiere profundizar a nivel público en la perfección de nuevas técnicas de perforación que se adapten a las condiciones del país. Este es un paso clave hacia el adiós a los métodos de obtención de energía tradicionales que tanto contaminan al planeta, aunque tiene un largo camino por delante.