Argentina se ha anotado un importante récord en su historia. Sin embargo, todavía le falta un discreto porcentaje para llegar a su gran meta. El hito en el que Argentina hoy es protagonista tiene que ver con las energías renovables, dado que la potencia instalada ya ha sobrepasado los 7100 megavatios. Una cifra que muestra el trabajo realizado durante los primeros meses del año. La potencia de energías renovables instalada en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) ya ha rebasado a 7133 megavatios (MW) bajo el marco de la Ley 27 191, de acuerdo a los datos oficiales de CAMMESA.
Es toda una hazaña para el rubro, aunque pone de manifiesto una deuda pendiente: la cobertura efectiva de las fuentes renovables en la demanda eléctrica continúa por debajo de la meta oficial. En los primeros meses de 2025, se han agregado 463 MW nuevos, que suponen la mitad de la energía integrada en 2024 (que culminó con 6 670 MW operativos). El mapa renovable actual refleja un evidente dominio de la energía eólica, que focaliza 4343 MW (60,9% del total).
En este camino, sigue la solar fotovoltaica con 1955 MW (27,4%), hidroeléctrica menores a 50 MW con 502 MW (7%) y las bioenergías, con 333 MW (4,7%). Si también tenemos en cuenta a las hidroeléctricas grandes (que sobrepasan los 50 MW de potencia), el total renovable en actividad dentro del MEM llega a 17 968 MW. Tras la suba, el Mercado a Término de Energías Renovables (MATER) juega un rol cada vez más relevante.
Situación actual de Argentina con las energías renovables
Este panorama justifica el 45% de la capacidad eólica y el 39% solar. Asimismo, permite la existencia de contratos directos entre generadores e importantes consumidores. Su impacto resultó crucial para sortear los cuellos de botella en transmisión y sustentar la celeridad del rubro. En paralelo, advierten que China está a punto de hacer colapsar esta energía en Argentina, la más renovable que hemos tenido.
Pese a los datos expuestos, todo parece indicar que en los próximos meses la curva de crecimiento va a quedarse estancada. Proyecciones de CAMMESA sugieren que hasta junio solo se sumarían 5 MW eólicos y 30 MW solares, a la espera de que comiencen a ingresar operaciones de los proyectos adjudicados en las últimas rondas del MATER y la licitación RenMDI.
La potencia instalada en Argentina ya ha superado los 7100 megavatios durante los primeros meses del año, aunque el estancamiento que se espera en los próximos meses dificultaría el alcance del objetivo de 2025, que es cubrir la matriz energética nacional con un 20% de renovables, como consigna la Ley 27 191.
Argentina necesita un 4% más de renovables para alcanzar su objetivo anual
La potencia instalada hasta ahora muestra un claro avance, pero el porcentaje de cobertura de la demanda con renovables por ahora parece que se quedará en torno al 16%. La media de 2024 cerró en 16,3%, el mismo promedio registrado en el primer trimestre de 2025. Un número aún alejado del 20% que la Ley 27 191 exige de cara al 31 de diciembre de 2025. Los datos mensuales muestran variabilidad.
Enero reportó un 15,9%, febrero disminuyó a 15,5% y marzo subió a 17,6%. Sin embargo, a menos de un año de la fecha límite establecida por las autoridades, la presión por acelerar las obras aumenta. También se busca que el financiamiento suba y que la infraestructura de trasmisión se extienda.
20% de renovables, el objetivo más buscado por Argentina
La Ley 27 191 significó un gran cambio para Argentina en materia de renovables. Fue aprobada por casi unanimidad en 2015. En el marco de su adopción, salió a la luz el programa RenovAr y el escenario energético renovable de Argentina pasó de un 2% a un más del 12%. Durante su década de vigencia, la expansión de las renovables ha sido sostenida. Se han invertido más de 7000 millones de dólares, reportando más de 7000 MW instalados, de los que 5200 comenzaron a llegar a partir de 2016.
En definitiva, Argentina se ha anotado un nuevo récord, pero aún le falta un 4% para llegar a la gran remontada: el 20% de presencia renovable. Mientras esto tiene lugar, Argentina se suma a la carrera más absurda de la humanidad: extraer la energía maldita.