Las diferentes vertientes que hay en Argentina han marcado un camino clave y claro hacia lo que es la potenciación como líder energético. Sin embargo, a pesar de las grandes fuentes que hay bajo el suelo de Vaca Muerta, hay contratiempos graves que ponen todo en riesgo. Desde las empresas ya han empezado a encender alarmas. No solo el petróleo puede traer ganancia económica y desarrollo industrial, sino que hay otro recurso estratégico que se encuentra a grandes cantidades, pero también da dolores de cabeza.
Vaca Muerta en la mira
Son varios los expertos que ya afirman que Vaca Muerta será la referente en materia de combustible no convencional en todo el planeta. Pero pocos imaginaban que otra alternativa al petróleo marcara el norte en la brújula. En este contexto, aparece el gas no convencional, tan preciado y que hace mirar con muy buenos ojos a los inversores de todo el planeta. Con la capacidad de extraer y exportar este gas, el mercado puede ver un golpe positivo.
Pero hay varias discusiones y puntos que ponen a Argentina en vilo. Si bien la producción y el movimiento en el mercado está generando lazos estrechos con países potencia, hay un cambio urgente que esperan que sea saldado. Todo esto podría costar hasta el desinterés de desarrollar proyectos en la superficie de Vaca Muerta. Inevitablemente, los grandes empresarios dejaron claro su mensaje y advertencia.
Riesgo de caída: alerta en Argentina
A través de un evento llamado AmCham Summit 2025, los grandes mandatarios de las empresas de energía se reunieron en Argentina, todo encabezado por la Cámara de Comercio de Estados Unidos. Poniendo las miras al futuro, dejaron en claro una sola cosa respecto a Vaca Muerta y el gas que se encuentra allí: deben ajustar los costos. A pesar de los millones de metros cúbicos que hay debajo, piden una modificación antes de la posible caída.
Las autoridades saben del techo alto que tiene Argentina como exportador líder y estratégico a nivel mundial del gas natural licuado (GNL), pero también saben que todo puede caerse con un simple error en el desarrollo. Y es que la competencia mundial está latente. Allí surge la comparación de los precios del gas en otros países. Por ejemplo, en Estados Unidos el costo de operar es un 40% más barato que en Argentina.
Son varios los empresarios que asintieron en el cuestionamiento, confirmando que el entorno de inversiones puede caer si no hay un escenario propicio para atraer a los capitales internacionales. Esto no niega que un avance significativo ha ocurrido en el último tiempo. Vaca Muerta sí está siendo eje de las exportaciones de las empresas, mandando gas a países de Europa y algunos limítrofes.
Críticas y cambios
Algunos cabecillas de las empresas de energía más importante dejaron en claro que el Estado debería poner parte de los recursos y comandar un desarrollo en la matriz energética moderna, en la suma de incentivos a capitales extranjeros o a la baja en los costos operativos. Con el RIGI, esto puede verse cambiado, pero continúan viendo un bajo impacto.
El 40% de diferencia en el valor de operación hace que el gas en Argentina sea sumamente caro, bajando el interés de las compañías que suelen iniciar proyectos de esta naturaleza. Otra crítica que entra en juego es la del porcentaje de regalías que hay en cada provincia. Pero la principal modificación que esperan es la de incorporar la tecnología del shale. Capex, por ejemplo, ya sumó una obra con esta tecnología en un sector de hidrocarburos.
Lo cierto es que, si bien las inversiones no paran, Vaca Muerta puede ver disminuido su potencial por los altos costos operativos, la carga impositiva y los diversos atrasos tecnológicos en la infraestructura argentina. Tanto empresas como inversores quieren dar el salto para no perder pisada a las potencias.