No todo lo que brilla es oro, y es una noticia sumamente estremecedora para Argentina. Debido a la gran innovación en materia de energía, la Patagonia está siendo apuntada por las grandes empresas y el propio poder político, quienes buscan sacar rédito de ella. No solo Vaca Muerta es una de las que busca ser aprovechada para obtener suma de dineros inmensa en las arcas de las industrias, sino que hay otro punto clave que genera controversia. También bajo tierra, gana protagonismo para convertirse en la reserva ideal, pero con varios contrapuntos preocupantes.
El plan que pone todo en marcha
A partir del anuncio del Plan Nuclear Argentino, lanzado por Demian Reidel, el asesor de ministros del presidente Javier Milei, se dejó en claro el punto de partida del país rumbo a una transformación hacia la energía nuclear y su producción en masa. Sin embargo, el desarrollo tecnológico e innovación científica no quedará en Argentina, ya que su objetivo principal es proveer a las potencias de varios elementos químicos que tendrán aquí su origen.
La idea es posicionar a Argentina como uno de los principales productores y exportadores de metal especial que subió hasta 4 veces su valor en los últimos años. Esto, sin dudas, trae los focos otra vez al suelo del sur del país. Precisamente a Chubut, donde se encuentra esta mina tan deseada por los expertos en la materia. Hay planes a futuro, pero consecuencias medioambientales graves sin vuelta atrás.
Desarrollo de la industria nuclear en Argentina
Se trata de la producción de uranio, uno de los materiales más requeridos para los avances tecnológicos y las diferentes fricciones políticas que se dan en el escenario internacional. En Chubut, en el sur de Argentina, una gran mina con una reserva monumental espera a ser extraída por los empresarios y sus millonarias inversiones. Pero hay un punto negativo más que importante que muchos no han tenido en cuenta: las consecuencias para el país.
Otro de los argumentos del tan anunciado Plan Nuclear Argentino es el de dejar de depender de la importación del uranio, para así generarlo limpio en el propio país. Pero la realidad es que esto podría costar todavía más caro. La energía nuclear trae gran interés en varios sectores, contraponiéndose a potenciales accidentes que causan riesgo en la vida de los ciudadanos, como consecuencias en su salud y potencial problema en la infraestructura.
A pesar de que el dinero que deben dejar las compañías en el país en modo de regalía, tanto para el estado nacional como para la provincia, es sumamente alto, no quita que el Plan Nuclear Argentino y la producción en masa de este uranio pueda traer graves problemas en un futuro corto. Por eso, hay leyes que ponen un freno a esta actividad. Estamos hablando de la ley 5001, la que prohíbe un tipo de extracción minera particular.
Estamos hablando de la extracción de minas de metales que usen cianuro, como la que se requeriría con el uranio en Chubut. Siendo la restricción más fuerte que pone un freno a la posible extracción, muchos mandatarios quieren cambiar la ecuación pronto. Como sucede con el caso del gobernador de la provincia, Ignacio Torres, quien planteó modificar la ley o encontrar la manera alternativa de minar sin utilizar el cianuro.
Por otro lado, varios grupos ecologistas y ambientalistas han decidido alzar la voz desde hace ya años para evitar que el desarrollo de la energía nuclear deje su huella tras sacar de abajo del suelo los elementos tan valiosos que allí se esconden. Argumentando con consecuencias graves a nivel del ecosistema y de las modificaciones en el día a día de los pueblos, los que rechazan esta actividad tienen un peso importante en Chubut.
Lo que viene en el país
Al igual que con el litio y el cobre, se pretende ahondar en el desarrollo industrial de la extracción del uranio. Siendo uno de los principales minerales en el actual mercado minero, requerido para el avance de los proyectos de Inteligencia Artificial, el uranio ya tiene en marcha, aunque en etapas todavía prematuras, plantas y yacimientos que buscan ser aprovechados. A muchos esto les preocupa, ya que la ley 5001 solo rige en Chubut.
De esta forma, en otras provincias, como Santa Cruz, Neuquén y Río Negro, ya hay unos 14 proyectos que comenzaron a ser estudiados. Con estudios geológicos, inversiones en infraestructura, mejora en la matriz y profesionalización de los trabajadores, estas empresas presentes quieren instalarse en el país. Lo cierto es que el daño de no tratarse de una energía limpia y renovable, causará estragos a nuestra población.