Mucha atención desde Argentina para no lamentar y sí prevenir frente a lo que puede poner en aprietos a la infraestructura, sus recursos y la salud de sus habitantes. Queda claro que la expansión de la tendiente extracción de petróleo en todo el territorio mundial da frutos económicos pocas veces vistos hasta ahora, pero hay que detenerse con cuidado a pensar qué consecuencias graves trae esto para cada argentino. Las investigaciones arrojan números alarmantes, por lo que se vuelve importante poner el foco en ello.
El ejemplo que no debe seguir Argentina
El aumento demográfico, el crecimiento de la economía, el impacto en el PBI y el desarrollo industrial en la zona han hecho que un estado específico de Estados Unidos vea una gran revolución por el petróleo. Y es que, bajo sus pies, en Texas, los habitantes tienen una cantidad ingente de este oro o energía negra. Según informes, hasta 6 millones de barriles de petróleo a diario son producidos en la zona. Sin embargo, atraviesan por un problema sin fin.
Es una envidia para Argentina el observar como la población en Texas se duplicó y se disparó a partir de la llegada de las inversiones para la extracción del petróleo con el método de fracking. Esto permite que el líquido, tanto como el gas, sea extraído a menor costo y con menos cuidado para el medio ambiente. Claramente, ha traído consecuencias graves, que no son una envidia para ningún país y Argentina debería evitar.
Cuidado con Argentina y Vaca Muerta
A pesar de la gran cantidad de petróleo y líquido negro que fluye bajo la tierra, se confirmó que la escasez de agua ya es una realidad que afectará a lo urbano, a lo minero y a lo agrícola en Texas. Desde Argentina, son muchos los que mostraron preocupación ante una repetición de lo mismo en el sur del país. Lo que realmente parece estar causando esta falta de agua es el fracking, que consume altas cantidades de agua y emite gases tóxicos al ambiente.
No solo eso, en Texas también hay centros de Inteligencia Artificial, grandes cultivos y mucho uso de agua de manera cotidiana por parte de los ciudadanos estadounidenses, quienes no cuidan el recurso tan valioso. Paradójicamente, en un futuro cercano se añorará más tener una extensa cantidad de agua llegando a diario que una producción abrupta de petróleo. Y es que no solo el uso del líquido que consumimos a diario es lo excesivo.
Según varias informaciones, en Colorado se han inyectado alrededor de 13 millones de kilogramos de sustancias desconocidas al suelo para facilitar la extracción de petróleo y gas con el fracking. Quedando estas permeadas en la superficie y otras recalando a lo más hondo, circulan en el ambiente, generando un peligro para los pobladores. Además, muchos de estos no son biodegradables y permanecerán por años en el aire que se respira.
Aquí, en Argentina, la situación es similar, aunque se encuentra todo el desarrollo en una fase muy prematura. A pesar de que los números de producción de petróleo atraviesan récords en la primera parte del 2025, Vaca Muerta tuvo un desempeño increíble económicamente hablando, pero también acelerando en la creación de nuevos pozos para la extracción. Según datos de marzo, hasta ese momento se habían hecho 5700 capas de fracking.
El porcentaje llega a un 25% más de barriles producidos con respecto al 2024. Solo en gas, en Neuquén, llegaron a producir 97 millones de metros cúbicos hasta el segundo mes del año. Pero el petróleo es el más preocupante desde el aspecto ambiental y de salud. El agua potable puede verse afectada por el uso en exceso para esta actividad o, peor aún, contaminada en las grandes fuentes que hay por toda la Argentina.
A no repetir lo mismo
El desempeño económico parece estar obnubilado a los empresarios e inversores que dejaron millones de dólares en mejorar la matriz industrial para obtener resultados récord, pero la liberación masiva de gases y líquidos que no solo contaminan el agua, sino también el aire que se respira, tendrá consecuencias graves. Siguiendo el ejemplo de Texas, es importante preservar el cuidado del agua y regular la técnica del fracking.
Problemas de respiración, sequías sin solución, problemas en riegos, falta de suministro a los hogares y dramas oculares son de los inconvenientes que llegarían a complicar la vida de los argentinos a partir de la experiencia en el exterior. El petróleo, por más valioso que parezca, puede caer en su valor si el agua se vuelve menos ofertada.