China trabaja en un proyecto que resulta impactante en términos energéticos. Cabe destacar que los datos oficiales sobre la producción de energía de 2024 revelan dos realidades. Por un lado, que las energías renovables alcanzaron récords significativos (90%) y, por otro, el innegable dominio de China en este sector. Las Estadísticas de Capacidad Renovable 2025, difundidas recientemente por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) pusieron de manifiesto un incremento masivo en la capacidad renovable a lo largo de 2024.
El dato fue de 4448 GW. Tuvo un agregado de 585 GW el año pasado que señala una notable presencia en el 92,5% de la expansión total, arrojando un progreso anual del 15,1% (otro récord). La mayor parte del crecimiento energético volvió a mostrar la misma tendencia reportada en años anteriores.
Asia vuelve a tener el control, con China mostrando una clara superioridad. Casi el 64% de la capacidad añadida en términos globales. Por sí solo, el gigante asiático añadió 278 GW, la mitad de la amplitud total de la fotovoltaica de 2024, que quedó con el número de 451,9 GW.
China tiene entre manos una iniciativa que desafía la lógica
China ya nos sorprendió con la ubicación de un extrañísimo oso panda de paneles solares en medio de un bosque, ¿por qué no hacerlo instalando paneles solares a más de 5000 metros de altura?
Una proeza que ya se ha ganado la atención del mundo entero y más aún si tenemos en cuenta que lo ha hecho en el Tíbet. El proyecto lleva a cabo en la ciudad de Shannan y, técnicamente, se trata de una planta solar de almacenamiento en el Tíbet. Por ahora, China Huadian Corporation, empresa energética estatal, ha dispuesto una planta solar a 1500 metros de altura.
No obstante, ya ha anunciado que dará un paso más: pondrá más paneles solares a 5220 metros de altitud. Hasta la propuesta de esta construcción, la instalación solar más alta del mundo también se situaba en el Tíbet, pero a unos 4700 metros. En términos financieros, la iniciativa ha tenido un coste de 127,8 millones de dólares, con una capacidad que, hasta el momento, es de 247 millones de kWh de electricidad anual.
China vuelve a los libros de historia: esta vez por la colocación de paneles solares en el Tíbet
A la instalación actual se le van a agregar 1,4 kilómetros cuadrados de paneles solares con los que se planea sumar 100 MW de capacidad con el propósito de brindar abastecimiento energético al Tíbet, que padece una severa escasez durante las temporadas de invierno y primavera. Con dicha instalación, se brinda electricidad hasta 4 horas tras el anochecer en espacios tibetanos que hasta hace poco no contaban con acceso a la energía.
Almacenamiento en células madre: la propuesta de China que despierta las alarmas
Con el despliegue de este proyecto no solo se ha pensado en la producción de energía, sino también en su almacenamiento. Para concretarlo, se usan baterías con tecnología de almacenamiento de células madre. De esta manera, agiliza la óptima gestión del voltaje y otorga equilibrio a la red. Asimismo, se contempla un equipo con diversas funciones a destacar, como refrigeración líquida y gestión térmica que se basa en IA para mejorar el rendimiento de descarga.
Sumado a esto, los paneles solares han sido diseñados para resistir ante vientos de casi 37 metros por segundo y funcionar aún con temperaturas de hasta -40ºC. Con estas características, el plan es que la planta solar a gran altura de China cumpla su función sin contratiempos por un mínimo de 25 años. Una vez más, China demuestra estar por delante. Algo que ya quedó sentado al “dar el salto al 2040”.