La postal tradicional en las ciudades incluye una serie de líneas negras en el cielo que lo cruzan. Como sogas que cuelgan de un poste a otro, más alto o más bajo, los cables de electricidad, pero también los de internet o telefonía, están ahí suspendidos si miramos al cielo. Si bien en algunas zona de la ciudad ya existen cables que no se ven, pero están porque van por el suelo. Pero esto es otra historia. Este descubrimiento promete decirle adiós a estos cables. Ya no serán necesarios para transmitir energía.
¿Un futuro sin cables?
Los cables subterráneos ya existen y trajeron enormes beneficios. No sólo minimizan el impacto visual, sino también pueden evitar posibles accidentes. Ante un caso de colisión contra un poste de luz, o el golpe de un rayo en una tormenta. Esta situación provocaba la caída y arrastraba consigo el tendido de cables. Otra ventaja tiene que ver con que al no estar colgados en el aire, no quedan expuestos a las inclemencias del tiempos, como los fuertes vientos o tormentas.
Normalmente este tipo de instalación resulta más compleja y cara dado que hay que realizar excavaciones. Pero este nuevo hallazgo promete una gran solución dejando los riesgos de los cables y su instalación muy lejos. Si para transmitir energía ya no van a ser necesarios los cables todo sería mucho más sencillo. Podríamos estar a punto de presenciar una revolución en el mundo de la energía eléctrica.
Se trata de una novedosa tecnología llamada de transmisión de energía óptica. Hasta ahora se encontraba en una fase experimental, y estos científicos estadounidenses acaban de dar un gran salto. Lograron transportar la energía increíblemente a través de un simple láser. Expertos confirman que alcanzaron un récord en materia de energía óptica. Aseguran que los primeros resultados fueron muy prometedores. Esto sería el principio de toda una nueva era.
¿Cómo funciona?
El equipo de investigación de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) protagoniza de este gran descubrimiento. Lograron algo inédito: transferir una potencia de 800 W sin cables o combustibles de ningún tipo, sólo con energía óptica, a una distancia de 8,6 kilómetros durante un período de 30 segundos. Se trata de una marca nunca antes lograda. Esto es tanto en cuanto a la distancia como a la potencia.
La clave para su funcionamiento es un innovador sistema terrestre llamado PRAD (Power Receiver Array Demo) que sirve para la transmisión de energía láser. Se basa en transformar la electricidad siempre necesaria en un haz de luz, logrando transportar la energía hasta un sensor. Una vez que llega ahí, a través de sus células fotovoltaicas, llega la energía que se encuentra lista para aprovechar en forma de electricidad.
En proceso de evolución
Expertos aseguran que este gran avance podría ser clave para ser implementado en zonas de guerra o de desastres. Dado que permitiría el suministro de valiosísima energía en lugares donde llegar representa un gran riesgo para la vida o incluso en ubicaciones remotas. Sobre todo en aquellas ubicaciones con grandes limitaciones para la entrega de combustible por ejemplo.
Por otra parte, aseguran que este desarrollo en lo inmediato sólo se encuentra destinado al uso militar. Mientras tanto, todo indica que podría incorporarse fácilmente al funcionamiento de los efectivos drones. Se espera que con esta tecnología puedan ampliar en gran medida su autonomía y eficacia. Dado que podrían recargarse sin necesidad de frenar y aterrizar evitando interrupciones en su actividad. Aunque también advierten que cuenta con potencial para escalarse vehículos aéreos no tripulados (UAV) e incluso hablan sobre satélites en órbita. Pero aun está en proceso de evolución. Más allá de los escenarios de conflicto, ya llegará el momento de decir adiós a los cables definitivamente.