La contaminación no es un secreto. Las fuentes de contaminación pueden ser muy variadas. Pero lo cierto es que la mayoría de las actividades humanas tienen un impacto en el medioambiente que se puede medir. La huella de carbono es una forma. Esta última indica la cantidad de gases negativos emitidos. Normalmente estas prácticas humanas se pueden ajustar para reducir los niveles de contaminación. Pero las consecuencias de esto serán demasiado caras. Aseguran que podría causar la extinción masiva de la vida marina, y luego se expandiría al la superficie. ¿Estamos frente a un proyecto de una extinción planificada?
¿Una extinción planificada?
Las zonas más profundas del océano representan un universo que ha sido poco estudiado a lo largo del tiempo. De hecho, expertos aseguran que el porcentaje que se conoce mediante exploraciones es mínimo. Esto se debe en gran parte debido a que sus condiciones particulares. La inmensa oscuridad, los elevados niveles de presión y las temperaturas extremas bajas han dificultado históricamente su exploración.
Sin embargo, no hay dudas de la riqueza que representa para el mundo. Como una gran reserva de agua resulta fundamental para la vida. Tanto dentro de sus aguas como hacia afuera, brindando oxígeno y manteniendo la biodiversidad. Pero una actividad humana podría arruinarlo todo. Quieren explotar el fondo del mar sin respaldo científico. Ambientalistas y científicos no lo pueden creer.
Para la industria el fondo del mar representa una gran fuente de riqueza no por su biodiversidad sino por sus minerales esenciales para la transición energética. Se comprobó que hay cobalto, níquel, manganeso y tierras raras. Pero la minería submarina implica un enorme peligro para la vida. La intervención en aguas profundas implica un ruido que traerá la extinción masiva de la vida del mar dado que la mayoría de los clases son sensibles al sonido.
En busca del silencio
Mientras, este tipo de minería parece estar creciendo rápidamente en el último tiempo. Con 31 licencias de exploración otorgadas al día de hoy por Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) el panorama no resulta nada favorable. De hecho, aseguran que los fuertes intereses económicos que atraviesan este tipo de actividad minera están ejerciendo presión enorme para que se autorice la explotación comercial.
Sin embargo, no todo está perdido. Con Panamá y Canadá a la cabeza, junto a otros 35 países más, hay esperanza. Acaban de unirse para trabajar en frenar esta avanzada sobre la destrucción de los ecosistemas y cuidar el tesoro. De forma reciente, en el mes de junio de este año concretamente, lograron conformar una novedosa alianza política. Con esto planean ir en busca de la conservación del silencio necesario para las aguas profundas y su biodiversidad.
Llamada Coalición de Alta Ambición por un Océano Tranquilo, esta unión de 37 países, toma el compromiso de lograr la reducción de la contaminación acústica submarina nociva. Con esto buscan regular la actividad de manera respetuosa con el ambiente marino. Fomentando políticas que definan áreas marinas protegidas y el desarrollo responsable para reducir el ruido oceánico. Además del diseño de buques más silenciosos por ejemplo.
Destruir lo que no se conoce
Con la minería en estas aguas se estaría avanzando con la destrucción total de ecosistemas que aun no conocemos. La vida marina dejaría de existir, y no sólo eso. Se trata de un daño terrible. Dado que sus efectos se trasladarían a la contaminación del agua como un recurso clave para el alimento, lo que a su vez provocaría consecuencias negativas en la superficie. Esta actividad no tendría que esta funcionando. Ya se están tomando medidas en otras actividades para cuidarlo. Los océanos son muy valiosos y representan un patrimonio de la humanidad. Como tales deben ser protegidos por todos los países.