Desde sus sus tesoros naturales, su enorme llanura pampeana, su Río de la Plata que parece mar hasta su riquísima cultura. La fortuna de Argentina toma diversas formas. Pero un innovador proyecto podría ser la clave para poder tener resultados económicos esperados. Luego de atravesar una recesión económica, nadie hubiera pensado esto. Se trata de una propuesta única de infraestructura. Representa ni más ni menos que la más importante en toda la región. Aseguran que podría cambiarlo todo.
Haciendo historia
La historia de nuestro país está llena de hitos fundantes. Acciones importantes que marcaron la diferencia, definiendo el rumbo de los sucesos. En esta serie de gestos podemos ubicar el gran desarrollo que está teniendo Vaca Muerta. El país está poniendo casi todas sus fichas en este fenomenal yacimiento y cada día estamos más cerca de sacarle todo el jugo.
En este sentido, el país está buscando posicionarse como un exportador destacado en Gas Natural Licuado (GNL). Con la gran ventaja de disponer de un depósito privilegiado para obtener este insumo esencial el viento parece estar a favor. Sin embargo, hacer que llegue este GNL donde se necesita no es una tarea fácil. Se requiere de una infraestructura adecuada. Pero este nuevo giro en la historia de Vaca Muerta sorprendió a todos.
Argentina está apuntando a la grandeza. Para eso, debe pensar en grande. En este momento, las petroleras argentinas involucradas en Vaca Muerta están analizando construir la mayor obra de infraestructura de Latinoamérica para exportar nuestro valioso gas. Con esto se podría trasladar fácilmente desde la Cuenca Neuquina hasta las costas de Río Negro, donde se podría realizar con conexión con el mar. Solo falta este gran paso.
Un proyecto a gran escala
Con esta mirada, ya no es necesario importar hace tiempo. Las empresas solo buscan lograr construir la logística necesaria para la exportación. Para esto están estudiando la mejor forma de trasladar el GNL a gran escala. Evaluando en cada caso cuál es la opción más eficiente a largo plazo. Para esto prevén llevar adelante el proyecto en etapas. De a poco pero seguros, esta idea les permite analizar en profundidad las posibilidades y superar los posibles obstáculos.
En principio, estudian dos opciones concretas. Por un lado, la posibilidad de construir un único gran gasoducto o por otro lado, construir dos caños de manera separada que lleven el gas. Si bien intervienen distintos factores para tomar una decisión, aclararon que la capacidad en la que están pensando sería similar en un caso u otro. Se trata de lograr el traslado de una cifra inédita, la más grande de la Argentina, con 50 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d).
El proyecto se llama Argentina LNG y planifica para su primera etapa la instalación de dos unidades flotantes de licuefacción ( Hilli Episeyo y el MK II) con una capacidad de exportación de 6 Mtpa anuales. Además, de seis buques flotantes de licuefacción ubicados estratégicamente en el Golfo San Matías, provincia de Río Negro. Estos barcos aportarían una producción de hasta 28 millones de toneladas por año (Mtpa).
Ganarse el lugar
La capacidad que se propone con Argentina LNG resulta enorme. Pero este gran desarrollo viene a acompañar una revolución que ya empezó hace rato. Esto se viene dando con el gran fenómeno de Vaca Muerta. De hecho, en el último tiempo el crecimiento en la producción de gas despegó. Además, del progreso en distintos proyectos de licuefacción reclaman una infraestructura de transporte acorde. Mientras que afirman que la capacidad plena podría alcanzarse hacia fines de la década de 2030, Argentina lucha por hacerse un lugar competitivo en el mercado mundial. Hacia allá vamos.