Argentina ya ha comenzado un intenso proceso de cambios, en gran parte marcado por el RIGI. El año pasado, quedó asentado en el Boletín Oficial el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Mediante esta reglamentación, se estipulan ventajas fiscales, aduaneras y cambiarias para impulsar grandes proyectos de inversores en áreas estratégicas. Su objetivo es la atracción de importantes inversiones hacia sectores clave de Argentina. Hablamos de iniciativas que impliquen una magnitud superior a 200 millones de dólares.
Se pretende producir incentivos que mejoren la atmósfera empresarial y atraigan interés nacional e internacional. El RIGI ha “nacido” con la idea de brindar seguridad jurídica y fiscal a los inversores, factores que a lo largo del tiempo han impedido una presencia alta de los mismos en el país. Versa sobre el concepto que la previsibilidad es crucial para garantizar la confianza de aquellos que anhelan crear proyectos a largo plazo en Argentina.
La propuesta no cubre todo tipo de inversiones, sino solo aquellas destinadas a sectores estratégicos de la economía nacional. Por ejemplo, forestoindustria, turismo, infraestructura, minería, tecnología, siderurgia, energía y el rubro de petróleo y gas. Cada uno de estos sectores fue escogido por ser catalogados de gran crecimiento a largo plazo y para la competitividad global del territorio nacional.
Llegarían 20 000 millones de dólares a Argentina pronto
Tras saberse sobre la concentración de proyectos de minería y energía de RIGI, ha salido a la luz otro importante dato sobre el país. Argentina tiene una proyección de más de 20 000 millones en exportaciones mineras fomentadas por el cobre y el litio para 2035, consigna Reporte Minero. La cifra representa un 325% más si lo comparamos con el año 2024. De ese volumen, el cobre y el litio suponen en 88%, con un apoyo político activo de atracción de inversiones como el RIGI.
El régimen proporciona una estabilidad regulatoria durante 30 años, además de exenciones fiscales y beneficios aduaneros para proyectos que sobrepasen los 200 millones de dólares. Juntos, el sector minero y estratégico ya aúnan una cuantía superior a 12 000 millones de dólares, con un potente interés de inversionistas asiáticos. China encabeza la “carrera” inversionistas del país, afianzándose como el país principal en el Triángulo del Litio.
Lugar de China, India y Japón en las inversiones de Argentina
En el periodo comprendido entre 2020 y 2023, las inversiones chinas en el sector minero de Argentina rebasaron los 1750 millones de dólares. Compañías como Ganfeng Lithium está a la cabeza de propuestas estratégicas, con planes que llegan a los 5000 millones de dólares. Por su parte, India y Japón han fortificado sus lazos en el rubro minero nacional.
Argentina ya ha recibido en regiones clave como Salta y Catamarca a delegaciones de los dos países que mostraron interés en proyectos de litio y cobre. Parte de su interés se debe al deseo de asegurarse cadenas de suministro para sus industrias tecnológicas y movilidad eléctrica.
El objetivo de Argentina va más allá: quiere 30 000 millones de dólares
Para rozar los niveles de exportación proyectados, Argentina requiere una captación inversionista de 30 000 millones de dólares. La presencia activa de China, India y Japón jugará un papel vital. Asimismo, agilizar la minería hará posible una diversificación de la matriz exportadora del país y un fortalecimiento de sus reservas globales.
Argentina tiene por delante una oportunidad estratégica en el mercado global producto de la abundancia del país en minerales clave como litio y cobre. Los desiertos blancos comenzarán a desaparecer para dejar paso a una nueva era de prosperidad. En este contexto, no resulta extraño que Tecpetrol haya solicitado su ingreso al RIGI por un proyecto superior a 1500 dólares.