En el último tiempo se sumó una nueva necesidad fundamental para las sociedades actuales. Se trata de la búsqueda del preciado alimento para las máquinas: la energía. En un mundo que reclama cada vez más de esto, un nuevo desarrollo tecnológico dejó a todos en shock. No se parece a nada de lo que conocemos hasta ahora. Funciona como la sangre humana y promete desafiarlo todo.
Aprender de la naturaleza
No es ninguna novedad, el arte y la ciencia se han inspirado en la naturaleza a lo largo del tiempo. La historia lo demuestra. Los primeros prototipos de aviones comenzaron imitando a las aves, las columnas que se utilizan en arquitectura se tomaron de los grandes árboles que funcionaban como puntos de apoyo, hasta las células solares que imitan la fotosíntesis que realizan las plantas. Aprender de la madre naturaleza siempre resulta beneficioso.
En este contexto, los robots humanoides son otro gran ejemplo. Con una forma similar al cuerpo humano apuntan a replicar comportamientos como realizar tareas sencillas del tipo doméstico pero también más complejas como cuidar niños o aprender. Pero este nuevo avance si bien se inspira en lo humano, no tiene que ver con la forma sino sobre cómo funciona su sangre. Se trata de una novedosa energía con un potencial inmenso.
Investigadores de la Universidad de Wisconsin acaban de lograr un desarrollo tecnológico inédito. Se trata de una batería muy particular que puede alimentar máquinas y sobre todo robots de manera mucho más eficiente que las tradicionales. ¿En qué se parece a la sangre humana? Es líquida y transporta oxígeno. Aseguran que podríamos estar en las puertas de una gran revolución en la robótica.
Los beneficios de esta sangre
Por su parte, las baterías tradicionales para que funcionen correctamente dependen una interfaz limitada que reúna tanto gas, electrolito y electrones. Mientras que esta innovadora propuesta permite aprovechar todo el volumen completo de la batería para lograr reacciones químicas. De esta manera, se logra acelerar la liberación de energía y se mejora de forma notable la densidad de potencia.
En este sentido, el sistema circulatorio humano sirvió para inspirar esta novedosa batería líquida biomimética. Sus ingenieros aseguran que la capacidad de almacenamiento de esta sangre tiene una capacidad seis veces mayor que las convencionales. Con esta energía disponible se abren un sinfín de posibles aplicaciones. Con esto, su potencial para sus resulta inmenso para un futuro sostenible del planeta.
Esta revolucionaria batería que funciona imitando la sangre tiene un secreto para su éxito. Se trata de un balance clave entre oxígeno y conductividad. Debido a esto no sólo puede conducir mayores cantidades de corriente eléctrica. Sino que también tiene ventajas significativas que la destacan logrando reacciones químicas más rápidas y permite la compatibilidad con múltiples usos.
Hacia una revolución robótica
En un mundo que reclama no sólo más energía limpia y de mejor calidad, sino también que sea flexible a los cambios y sobre todo eficiente, esta sangre que guarda energía resulta una gran solución. Se trata de un cambio radical para pensar una salvación para el alimento de máquinas y robots de una manera respetuosa con el planeta.
Su impacto ambiental es uno de los beneficios fundamentales de este desarrollo. El poderoso liquido logra reducir el material tóxico y pesado de las baterías comunes y propone un diseño sostenible ya que es una alternativa que no requiere de insumos de materiales escasos como el litio. Un mineral cuya demanda explotó en el último tiempo. Con esto estamos yendo hacia una revolución robótica que se podría trasladar a otras áreas y tipos de maquinarias. La naturaleza promete seguir inspirando.