Argentina está adquiriendo un lugar protagonista en el escenario internacional debido a la existencia de varios recursos estratégicos en su territorio. En un contexto marcado por una profunda transición energética, revolución tecnológica y tensiones geopolíticas, los minerales críticos han adquirido un protagonismo imposible de obviar.
Dichos recursos, viales para el correcto desarrollo industrial del siglo XXI, se han transformado en activos estratégicos que se disputan las grandes potencias globales. Argentina surge como un actor clave a causa de su abundancia mineral y potencial para formar parte de las nuevas cadenas de valor globales.
Es más, Southern Cross, exploradora que prospecta áreas de potencial de uranio en Argentina, resaltó que es el país que más rápido crece del mundo en materia litífera, consigna Infobae. S&P Global Intelligence ya hizo notar en un análisis de 2023 que Argentina era el territorio con mayor inversión en exploración de litio. Asimismo, CRU, consultora internacional, advirtió que para 2027 el país podría transformarse en el segundo productor mundial de este mineral.
Argentina podría despedirse de Asia en un sector estratégico
El yacimiento de 30 millones de toneladas de litio puso en jaque a Argentina. Pero no es el único. El cobre es otro recurso considerado mineral crítico por un alta conductividad eléctrica y térmica. Atributo que lo transforma en un elemento crucial para la electromovilidad y la electrónica global. El proyecto minero Los Azules ha registro un hito inigualable. Recibe su impulso de McEwen Copper y está situado en el cordón Los Azules a 3.600 msnm en la cordillera frontal (80 kilómetros de Calingasta).
Por primera vez, consiguió generar cátodos de cobre a escala de laboratorio. Cabe destacar que el cátodo corresponde al producto básico de la producción de cobre. En síntesis, es una manera pura de cobre (99,99%). Este progreso replica de forma fiel el procedimiento integral creado para la futura operación. Asimismo, puso en evidencia la viabilidad técnica y otorgó datos clave para refinar los parámetros operativos.
Supone un paso fundamental, que valida a escala de laboratorio el procedimiento que convierte el mineral bruto en cátodos de cobre de alta pureza. Queda de manifiesto que es viable, a nivel técnico y operativo, producir cobre metálico en San Juan. Se trata de una meta que hasta ahora se proyectaba, pero que jamás se había podido llevar a la práctica.
Argentina logra algo impensado con cobre: San Juan es clave
Desde el principio, los expertos responsables de la iniciativa se mostraron firmes en su deseo de generar cátodos metálicos y no concentrado de cobre. La novedad que ahora nos aborda es que pudieron concluir un proceso técnico que demuestra que ese objetivo efectivamente es posible.
Es un éxito considerable, puesto que prepara el camino para el establecimiento de una logística más eficiente y con un mayor valor agregado. El logro tuvo detrás el trabajo conjunto con el laboratorio chileno ASMIN Industrial. Allá se efectuaron pruebas metalúrgicas que replicaron de manera precisa el procedimiento creado para la futura planta.
La prueba estuvo compuesta por tres etapas, lixiviación en columnas, (para analizar el comportamiento de las principales litologías del yacimiento frente a diversas condiciones químicas y físicas), extracción por solvente (que dio pie a la recuperación de cobre disuelto en las soluciones lixiviadas) y electroobtención (en una celda de laboratorio, se generó el depósito de cobre sobre cátodos de acero inoxidable). Cada paso estuvo controlado a 47°C y 330 A/m² de densidad de corriente.
Ahora Argentina puede “deshacerse” de Asia
Después de seis días de operaciones, el resultado fue la existencia de placas metálicas de cobre de alta pureza, con un espesor uniforme de 2 mm y un peso de alrededor de 67 gramos por unidad.
Se libraría de Asia, porque, según el diario Zonda, la mayoría de los proyectos cupríferos, como Josemaría, deben enviar la materia prima a otros países, sobre todo Asia, para que sea refinada y se obtenga el cobre 99,99% puro.
Con este descubrimiento, en Los Azules se apunta a una industrialización local. Argentina se libra de Asia y logra lo imposible a 3600 metros. Un hito que retumba en todo el país y muchos ya comparan con el megayacimiento de los casi 600 000 millones de dólares.