Mientras que en Europa se mueren de calor, de este lado del hemisferio no es tan distinto. Con temperaturas bajas que se mantienen, las olas de frío están sacudiendo a todo el país. Expertos aseguran que esta tendencia resulta histórica en comparación con otros años. Además, afirman que continuará en esta temporada invernal. Estos fenómenos extremos afectan nuestra vida cotidiana y nos desafían de las más diversas maneras. Pero esto podría resultar peligroso. Hay que estar atentos.
No damos abasto para sostener la temporada invernal
La escasez de los recursos en distintas áreas no son ninguna novedad. En materia de energía tampoco resulta diferente. En un mundo que avanza rápido hacia un futuro de desarrollo tecnológico, la enorme demanda de energía supera ampliamente la oferta disponible. Además, a esto se suman las distintas realidades que se están viviendo en el mundo. Desde conflictos entre países hasta los vaivenes de la economía desatadas con las tarifas de Trump.
Por supuesto, también se suman fenómenos climáticos extremos como estos. Este invierno ya nos regaló postales increíbles. La nieve cayó en puntos del mapa donde no es habitual. Sierra de la Ventana, Puan, o Miramar, ubicadas en Provincia de Buenos Aires se pintaron de blanco. Pero más allá de la belleza de estas imágenes inéditas, ¿Qué implica esta gran ola polar?
En principio, significó un incremento desmesurado en la demanda de gas para calefacción en todo el país. Por su parte, la actividad en Vaca Muerta, el corazón de este insumo, no fue suficiente. Con el foco en brindar prioridad para el abastecimiento de los hogares, en otras áreas se avanzaron con interrupciones en el suministro. No estamos dando abasto para estas olas. En este marco, el entendible pico de demanda no fue el único problema.
Un año de desafíos para Vaca Muerta
Hay quienes explican las temperaturas super bajas de este año por el cambio climático, o por una masa de aire antártica que permanece en la región. Por lo pronto, el pronóstico meteorológico confirma que la ola polar se mantendrá esta temporada al menos durante los próximos días. Por lo que todavía debemos hacerle frente al frío. Lo que supone una serie de desafíos para el abastecimiento de energía en Vaca Muerta que venía pisando fuerte.
Según los registros, lo que se considera la demanda prioritaria alcanzó valores inéditos este 2025. Se trata de un incremento de un 50% más que el promedio respecto de junio del año pasado con un pico de 90 MMm3/d. Pero a esto se sumó un inconveniente inesperado. El frío extremo activó las alarmas del sistema de seguridad lo que produjo el inesperado parate de varias plantas como La Calera operada por Pluspetrol y Aguada Pichana Este, entre otras.
En este caso, se trató de 18 millones de metros cúbicos que fueron afectados. Para evitar mayores inconvenientes y asegurar los hogares, se accionó de inmediato con el corte de suministro a otros usuarios no prioritarios, como industriales y estaciones de GNC. Con el correr de las horas, gracias al trabajo de los operarios de Vaca Muerta se pudo brindar solución.
Un fenómeno peligroso
Sin dudas, este fenómeno que requiere de grandes proporciones de gas para calefaccionar es un llamado de alerta que empezó a sonar. Si bien entendemos que se trata de un fenómeno que no es el habitual, por el momento no hay certezas. Este escenario de grandes olas de frío podría resultar una oportunidad para ajustar los procesos y sus sistemas de seguridad en Vaca Muerta.
Pero también, está el otro lado del asunto. En este sentido, se debe prestar especial atención, dado que este fenómeno puede resultar peligroso en otros niveles. Teniendo en cuenta la explosión de Vaca Muerta para nuestro país a nivel local pero también a nivel global. Estas olas heladas avanzan devorando enormes cantidades enormes de energía. Pero además, presionan reduciendo necesariamente la oferta de gas de Vaca Muerta. Un punto fundamental ya que se trata de un insumo clave para el mundo que podría desvanecerse.